Por qué gemir o no cuando practicas sexo

Algunas personas tienen el hábito de gemir a la hora del sexo. Sin embargo, no todos lo hacen y hay razones para ello. Entonces, ¿por qué algunas personas gimen y otras no, cuando se trata de sexo? ¿Es algo forzado como algunos piensan?

Los gemidos pueden servir como una forma de crear lazos más fuertes. Para muchos, se trata de una base de la comunicación en el momento del sexo. Es un acto que expresa la emoción y el placer durante la relación.

Mientras que las mujeres son las que más emiten sonidos, los hombres también pueden responder instintivamente a eso. Al fin y al cabo, para encontrar placer, en la cama todo que sea consentido, vale. 

Gemidos, suspiros, gritos y cambios en la respiración pasan a ser la comunicación en muchos casos. Es como las personas se sienten en el momento del sexo y la mejor y natural manera de expresarlo. 

Quién también tiene afición por gemidos y buenos ruidos de sexo es Skokka. Aquí hay algunos detalles acerca de ese tema que ¡es de mucho interés!

gemir sexo

¿Gemir o no gemir a la hora del sexo?

En primer lugar hay que aclarar: nadie está obligado a nada. Algunos son silenciosos, otros sólo disfrutan a veces gritando. Por lo tanto, el que no se siente cómodo o no sale de forma natural, no tiene motivos para hacer sonidos a la hora del sexo. 

Para muchos, algunos ruidos pueden ser sinónimo de puro placer, cuando para otros puede ser una razón para no llegar al mejor momento del sexo. En este caso, algunas mujeres declaran que el momento del orgasmo, intenso y ruidoso, sirve para manipular el comportamiento masculino. 

Esto sería un beneficio que causa excitación en la pareja. Los sonidos, o mejor dicho, la vocalización en las relaciones sexuales además de estimular a la pareja, aumenta la autoestima de quienes la emiten. 

Por otro lado, gemir en momentos específicos pueden ser utilizados como una ventaja muy especial para ambos. Además de mejorar el rendimiento sexual, los gemidos pueden acelerar el orgasmo del hombre.

Los gemidos pueden considerarse una medida de satisfacción en el acto sexual. Hay parejas que desde el principio de la relación tienen sexo en silencio. Esto no significa directamente que no haya placer. 

En otros casos, hay mujeres que se avergüenzan de hacer algunos ruidos. Mientras tanto, la mayoría de la gente admite que alguna vez ha simulado o fingido placer.  Ciertos gemidos y sonidos pueden evitar situaciones molestas en el momento del sexo. Pero, hay dudas en cuanto a la manera correcta de vocalizar en el acto sexual.

gemir o no gemir

¿Hay una manera correcta de reproducirlos? 

Entonces, ¿existe universalmente un sonido que podría ser el correcto? La verdad es que no hay una forma especial de saber lo que está bien o mal.  Realmente, no hay más o menos razón en este caso. El único consejo que se puede seguir es dejar que las cosas fluyan. Es darle atención a lo que sucede en el momento. 

Nada más gratificante que estar con alguien con quien se pueda sentirse a gusto para tener las más diversas reacciones sin vergüenza. Para las personas que no tienen ganas de gemir, no pasa nada. Lo importante es disfrutar de la forma más natural. Seguro se soltará algún sonido que hará toda la diferencia.

El sexo se vuelve más sensual con el gemido

Producir algunos sonidos y gemidos puede ser un acto de sentimiento de libertad. Con la experiencia y más edad, es posible saber que la inhibición de muchas personas se vuelve algo menos corriente con la práctica del sexo. 

Por ello, la seguridad y el buen sexo de la pareja tienen atributos que pueden llevar a que los sonidos puedan salir naturalmente. El gemido debe ser considerado como algo normal para los que lo emiten. 

Los sonidos, además de aumentar la excitación del otro al elevar la autoestima, sirven perfectamente para sumergir a quienes los producen. Se genera un sentimiento de ser deseado en aquel momento. 

Usando esta información de manera concreta, parece que las mujeres pretenden manipular más de lo que sienten placer. 

Sin embargo, no es cierto. Está claro que los gemidos, suspiros e incluso gritos indican que el clímax se está acercando. Así que el clímax para él y para ella sólo aumenta.