Sexting y cybersexo: todo lo que necesitas saber para practicarlo

Hoy en día es muy fácil acceder a contenido sexual a través de internet. Relatos eróticos, imágenes explicitas, vídeos porno y un largo etcétera. Son populares porque las personas desean protagonizar y vivir lo que ven. Por ello, en su busca, se experimenta y buscan nuevas formas de sentir más placer. Una de ellas, es el sexting o cybersexo.

¿Qué es el sexting?

Gracias a la mensajería gratuita ilimitada y la facilidad para enviar archivos, imágenes y vídeos el intercambio de contenidos eróticos se está viralizando. El sexting se empezó a popularizar ya hace más de 10 años pero cada vez son más y se empieza antes con esta práctica. El ritmo y estilo de vida además del día a día se están volviendo inseparables de los smartphones. Es por ello que la tentación de provocar y excitar a tu pareja o a algún amigo o posible amante aumenta debido a lo fácil que resulta.

La estimulación visual y de la imaginación son muy efectivas e importantes a la hora del sexo. De hecho, estudios revelan que mientras que las mujeres somos más sensibles a excitarnos por medios auditivos, los hombres lo son con los visuales. Por lo que ellos son más propensos a excitarse con el sexting. Pero esto no quiere decir que las mujeres no lo practiquen.

¿Por qué practicarlo?

Los motivos por los que se hace sexting son muchos y muy variados pero entre los más populares se encuentran:

• Llamar la atención, sorprender y excitar a otra persona. Una pareja, amig@ o incluso amante cuando no estás con ella físicamente. Quién sabe, quizás la próxima vez que se oiga un móvil venga con una foto erótica sorpresa.
• Salir de la rutina, probar cosas nuevas para conocerse mejor. Tanto a uno mismo como al otro, para ver hasta dónde somos capaces de llegar. Hay estudios y encuestas que han demostrado que hace las relaciones de pareja más satisfactorias a nivel sexual.
• Es gratis, rápido, sencillo y puede resultar muy divertido si se hace bien.
• Evitar que la distancia se convierta en un problema entre dos personas. Una relación a distancia, horarios incompatibles, viajar a menudo… Con el móvil en la mano siempre se puede recurrir al sexting para tener intimidad y desahogarse sexualmente.
• Sentirse deseado y aumentar el amor propio, cuando se es el autor y el causante de la excitación del otro. Ser capaz de provocar esa sensación produce una satisfacción y aumenta el placer que se siente.
• Estimula y despierta la imaginación además de fomentar la creatividad. A ver de cuántas formas diferentes se puede provocar y calentar a alguien sin necesidad de tocarle. Tan sólo con palabras e imágenes.
• Se olvidan las vergüenzas y la timidez. Al no estar físicamente delante del otro mirándole a los ojos hace que nos dejemos llevar más por el lado salvaje y obsceno que cada uno lleva dentro. Los mensajes se vuelven más atrevidos y directos.
• Suele ser adictivo. Se empieza para ver qué pasa y cómo se siente y cuando se descubre el efecto se incrementan las ganas y deseos de ir a más.

Inconvenientes/riesgos

Pero no hay que olvidar que desgraciadamente, nada es perfecto y para poder disfrutarlo hay que saber bien y cuidarse de sus riesgos e inconvenientes.

• Está al alcance de todos. Esto puede llegar a ser una ventaja y un inconveniente debido a que la difusión y publicación de contenido sexual y mensajes triple x pueden verlo todo tipo de personas.
• Una vez publicado online, ya no hay control sobre ese contenido. No hay manera de saber quién puede verlo, descargarlo o incluso distribuirlo en otros sitios.

Consejos:

Para evitar estos problemas y disfrutarlo completamente, aquí hay una serie de consejos:

• Saber quién está al otro lado.Según la persona que va a recibir el mensaje hay que personalizar el contenido. No es lo mismo un desconocido, que tu pareja, que tu amante.
• Comenzar suavemente, de menos a más. Ir aumentando la intensidad. Por ejemplo a la mayoría de las mujeres (escorts o no) no les resulta agradable recibir una foto de los genitales en primer plano derrepente sin conversación previa.
• Cuidar los detalles y cómo te expresas. El ángulo de las fotos, el lugar y las palabras elegidas para el mensaje son muy importantes para causar el efecto deseado. Las faltas de ortografía, palabras obscenas, imágenes demasiado explicitas…Pueden llegar a ser desagradables para muchas personas.
• No insistir si el otro no quiere. Si el destinatario expresa su desagrado con el sexting, no se encuentra cómodo, no contesta o te lanza indirectas para que termine la conversación. No insistas porque no a todos disfrutan con el sexting.
• Cuando y dónde, el momento y el lugar importan. Hay que encontrar el momento ideal para la satisfacción total. Depende de lo que ambos consideren excitante y estén dispuestos a hacer. Recordamos que el efecto que se desea causar es deseo y excitación.

Grafolagnia, iconolagnia o pictofilia

Existen ciertos fetiches y parafilias que implican el sexting como medio para conseguir disfrutar realmente del sexo. Las mencionadas concretamente, se refieren principalmente a que el origen de la excitación se produce por la estimulación visual. Es decir con la visión de cuadros, imágenes, vídeos…

Otros que disfrutan con el sexting son los exhibicionistas, que se dedican a enviar fotos de su miembro y de su cuerpo por internet. Todo por el simple hecho de que les produce placer que les vean y observen otras personas, aunque sean unos completos desconocidos.