¿Conoces esa sensación de tener una conexión tan fuerte con alguien que sabes que no es sólo una amistad, pero a la vez, tampoco se trata de un sentimiento romántico? Sí, puede parecer confuso a primera vista, pero mucha gente lo experimenta, y de ahí surgió el término Queer platónico y las relaciones queer platónicas (RQP).
Una relación queer platónica puede considerarse fuera de lo común, porque la mayoría de las personas están acostumbradas a establecer relaciones de manera distintas, ya sean como amistades o como relaciones afectivo-sexuales, como por ejemplo las relaciones de pareja.
Lo que ocurre en las relaciones queerplatónicas es exactamente lo contrario, es decir, se construye una relación íntima y un vínculo de amor, pero no necesariamente romántico.
Al mismo tiempo, el vínculo creado puede ser muy estrecho e íntimo, pero no sexual. Y es que ninguna de las partes, aunque tenga sentimientos, actúa en consecuencia.
Este tipo de relación puede establecerse entre personas de cualquier género u orientación sexual. Todo lo que se necesita es admiración y lazos afectivos entre las partes. Supone sentir el deseo de estar con la persona, de tener una relación con ella, aunque no sea una vinculación romántica.
¿Cómo se desarrollan las relaciones queer platónicas?
Al fin y al cabo, las relaciones queer platónicas son protagonizadas por individuos con diferentes gustos, experiencias e ideas, por lo que varían según las preferencias y acuerdos de las personas involucradas, no hay una regla o forma x o z de hacerlo, pero se necesita mucha charla y empatía para que todos estén contentos con la relación.
Sin embargo, hay algunos puntos que deberían discutirse principalmente para que la relación queer platónica tienda a funcionar mejor:
Reglas de exclusividad: siguiendo una lógica similar a la de los noviazgos, las partes implicadas pueden acordar reglas de exclusividad y hablar de cuestiones como la monogamia o no y/o si una o ambas partes podrían mantener relaciones románticas y sexuales fuera de las mismas.
Nivel de contacto físico: Además es importante hablar de hasta dónde se siente cómodo cada uno en cuanto al contacto físico, por ejemplo, algunos prefieren quedarse en contactos amistosos como tomarse de la mano, abrazarse, y otros, pueden llegar hasta los besos e incluso en algún tipo de relación sexual. Todo depende de lo que ambos se sientan cómodos y del nivel de libertad para expresarse dentro de la relación.
Relaciones queer platónicas x amigos con derechos
Algunas personas pueden confundir los conceptos, y aunque la atracción es algo muy relativo y varía de una persona a otra, normalmente en el caso de los amigos con derechos, aunque también exista una amistad por medio, no siempre están presentes algunos otros criterios como el afecto, la admiración y el deseo de compartir tiempo y actividades juntos, como es el caso de la RQP.
En otras palabras, en las relaciones queer platónicas te quedas con una persona no necesariamente con intenciones sexuales, sino porque sientes una fuerte conexión con ella, porque quieres que esa persona forme parte de tu vida en otros ámbitos, aunque a menudo esto signifique la abstención sexual o el sexo fuera de esa relación.
¿Cómo son los apodos en las RQP?
Por razones obvias, y por tratarse de una relación “diferente”, algunas personas no se sienten cómodas llamando o presentando a su pareja queer platónica como novio, novia o algo así, ni tampoco llamándole simplemente amigo/a, ya que se trata de algo intermedio.
De ahí que se haya creado un término. Los participantes en una relación de este tipo pueden referirse a su otra pareja como “zucchini”. No se sabe exactamente de dónde procede el término, ni tampoco se suele traducir, sino que se adopta directamente del inglés en su forma original, por lo que es una forma afectuosa y neutral de referirse a la otra parte involucrada en esta relación.
¿Son las relaciones queer platónicas para mí?
Para los de fuera, las relaciones queer platónicas pueden parecer raras y curiosas, sin embargo, lo cierto es que mucha gente ni siquiera sabía que existían. Hay una tendencia general a querer encajar todo o casi todo en cajas cerradas, en etiquetas y nombres.
Pero, ¿por qué no experimentar, tomar la cercanía y la conexión que se tiene con otra persona y permitirse construir algo nuevo, o al menos diferente de lo conocido o esperado?
Hacer planes, querer estar juntos. Nada es tan agradable como estar con ellos. Al fin y al cabo, disfrutáis haciendo las mismas cosas, y nada es tedioso o aburrido porque siempre hay algo útil que aportar.
Esta persona te entiende. Habláis el mismo idioma y a veces termináis las frases del otro. Cuando te ocurre algo bueno o malo, es la primera persona a la que piensas contárselo. Tenéis mucha química, aunque no sea sexual. Y la lista continúa… Si todo tiene sentido, ¿Por qué no hacerlo?. No hay razón para dejar de disfrutar de tu relación queer platónica y pasarlo bien.
