Llegar al clímax sexual es una experiencia que han vivido muchas personas. Aunque cada una, a su manera. Esto es porque los gustos y preferencias, así como la sensibilidad varían. Y es ahí, en esta última, donde entrarían los orgasmos sinestésicos. Un placer tan intenso capaz de estimular, a su vez, otro de los sentidos. Es decir, algunas personas, son capaces de ver colores o incluso oler, escuchar o saborear algo en concreto en el momento de su éxtasis. ¿Es común? No, pero es posible.
El mundo de la imaginación, estimulación y excitación es uno en el que todavía queda mucho por explorar. Sobre todo porque se trata de algo completamente personal. Cada persona tiene sus gustos y preferencias, sobre todo en lo que respecta al sexo. Pero sí que es cierto que existen personas muy sensibles, que cuando alcanzan el orgasmo, a su vez, también se estimulan y activan alguno de los otros cinco sentidos.
Otra forma de experimentar y sentir
La búsqueda del placer es un camino personal que cada uno debe recorrer. A través del interés, la curiosidad y experimentación. Tanto por una parte sexual como en el resto de los aspectos de la vida. Porque además a cada uno le produce cada cosa y disfruta de una manera completamente diferente.
En el caso de los orgasmos sinestésicos, se ven involucrados varios sentidos. Son muy pocas las personas, estudios hablan de un 2% de la población, capaces de sentir de esta manera. Quizás llegar a esa explosión de placer y ver, normalmente naranja o azul.
Se produce de manera involuntaria, y aquellas que lo experimentan suelen sentirse solas e incluso incomprendidas. Esto es debido a las pocas personas con sinestesia que existen. Porque las parejas sexuales con las que se encuentran no sienten lo mismo.
¿Por qué se producen los orgasmos sinestésicos?
Lamentablemente no se trata de algo que se pueda entrenar o producir de manera controlada. Esta mezcla de estimulación extra de sentidos se produce principalmente por una mayor conexión neuronal. Esto permite activar e intensificar todas las sensaciones provocando los conocidos orgasmos sinestésicos.
Independientemente de lo que produce esa estimulación de placer, las personas con sinestesia declaran experimentar mucho deseo. Pero cuando alcanzan esa explosión, ese límite de satisfacción pasan como a otro estado, una especie de trance. En él pueden llegar a apreciar sobre todo tonalidades azuladas o anaranjadas. Sin embargo pueden experimentar otras cosas relacionadas con otros sentidos. Como por ejemplo el olfato, o el gusto.
Este tipo de experiencia sensorial es diferente en cada persona. Puede ser un estallido de colores vivos como en fechas de Carnaval como en las que estamos. Pero también se puede ver solo un color de manera más o menos intensa, un olor, un sabor…
Se trata de asociaciones que hace el cerebro, favorecidas por el alto número de conexiones neuronales que hacen realidad esta alta sensibilidad. Pero esto no quiere decir que puedan experimentar más placer. Simplemente lo sienten de otra manera.
Orgasmos sinestésicos o fetiches
El mundo del deseo es muy amplio. Cada persona tiene diferentes gustos y preferencias. Aunque para tratar de entender mejor a esas pocas personas capaces de disfrutar orgasmos sinestésicos se puede pensar en fetiches.
Es decir, cuando ellos alcanzan el climax es cómo cuando otros, por ejemplo se excitan al ver lencería roja, un vestido negro, etc. No vale con cualquier tipo de prenda o cosa. Si no que lo que comienza esa sensación de deseo y placer es el conjunto visual que se produce del objeto, o la ropa en este caso de ese color característico. No sirve otro, tiene que ser ese.
De esta manera se asocia el color sin quererlo a esa sensación. Solo que las personas con sinestesia, lo llevan a otro nivel y son capaces de ver ese color y formar esa imagen en su cerebro de manera involuntaria, cuando llegan al orgasmo.
¿Carnaval perfecto para los orgasmos sinestésicos?
En muchas partes del mundo, se celebra ahora una fecha muy especial: el Carnaval. Con mayor o menor intensidad, se trata de unos días donde predominan, el color, la música, la alegría y como no, los disfraces y grandes trajes. Un momento perfecto y una manera de intentar comprender y acercarse al tipo de sensaciones que pueden provocar los orgasmos sinestésicos. Así que, ¿por qué no aprovechar este Carnaval?
Porque cada día las formas de sentir y disfrutar del placer son más amplias. Cada vez surgen nuevas prácticas, nuevos términos, etc. Por ello, es importante descubrir lo maravillosa que puede ser la diversidad y aprovecharla. Para que, en un futuro, este 2% de población y otras tantas minorías que sienten y experimentan de forma diferente puedan sentirse más comprendidas. De esta manera, todas las personas podrán disfrutar libre y plenamente. Sin necesidad de vergüenzas y tabúes.