¿En los días de carnaval vale todo?

Ha llegado febrero, esa época del año en la que salen a relucir los colores, los brillos y la alegría: ¡son los días de carnaval! Hablar de Carnaval es referirse a una de las fiestas más típicas y tradicionales del mundo, aunque no todos los países lo celebran.

El espectáculo incluye desfiles, multitudes disfrazadas en las calles, carrozas, marionetas y mucha, mucha tradición. También suelen elegir diferentes temas o lemas cada año, elegir “rey” y “reina”. Un momento del año muy esperado por algunos y por el que se esfuerzan y trabajan previamente para que todo salga perfecto y conseguir el disfraz ideal.

Los días de carnaval son una de las fiestas más queridas por los brasileños, pero ellos no son los únicos. Aunque con estilos diferentes, países como Suiza, México, Francia y Canadá, entre otros, también celebran el colorido carnaval. Por no hablar de los numerosos turistas que viajan a estos países para vivir esa experiencia única.

¿Cómo y dónde se originaron los días de carnaval?

La palabra Carnaval tiene su origen en el latín carnis levale, que se traduce como «quitar la carne». Esto, a diferencia de lo que muchos puedan pensar, se refiere a su origen religioso. ¿Por qué? Pues porque según la historia, el » eliminar la carne», se refería al ayuno que se debe hacer durante el período de Cuaresma. 

Pero, por otro lado, los días de carnaval también están influenciados por otras fiestas que existían en la antigüedad. Es el caso de las bacanales y las fiestas dionisíacas de los griegos. Grandes celebraciones donde se buscaba principalmente el placer, la diversión y la confraternidad. En donde principalmente se reúnen para festejar, comer, beber y tener relaciones sexuales. Por lo que de ahí surge e influye esa gran relación entre la comida, el alcohol y la sexualidad al placer y diversión. Cosa que se ha extendido, de cierta manera, hasta los días de carnaval actuales.

Otra de las costumbres de la antigüedad que también ha influido notablemente es la de hacer que una celebración se prolongue durante días, con comida, bebida y mucho baile y alegría.

Por otro lado, también es importante mencionar la evolución en el modo de celebrar esta fiesta. En el antiguo carnaval se producía la inversión de los roles sociales. De este modo, se jugaba con la fantasía de ser alguien diferente de lo que uno era. Algunas obras mencionan que los esclavos, por ejemplo, solían disfrazarse de sus amos.

Y esta es una de las cosas más interesantes que se pueden observar en los días de carnaval. Incluso hoy en día, no importa el color, el credo o la clase social, en el momento de esta celebración todas las personas son iguales.

Los días de carnaval en Brasil

Aunque ya se ha mencionado que el los días de carnaval son una fiesta mundial, también es cierto que el epicentro mundial de la celebración está en Brasil. Fue traída al país sudamericano por los portugueses originariamente. La fiesta, que comenzó como una simple broma, es en la actualidad uno de los mayores impulsores económicos del país. Cosa que atrae a millones de lugareños y turistas a las calles brasileñas para celebrarlo. 

Durante esos días de celebración, hay muchas danzas, espectáculos en vivo, bailes de máscaras, confeti y purpurina por todo Brasil. Sin embargo, aunque las celebraciones tienen lugar en todo el país, las más conocidas y populares son las de las ciudades de Río de Janeiro, São Paulo, Recife y Salvador. Cada una con sus tradiciones locales, pero todas compartiendo el mismo espíritu: ¡el carnaval y la alegría!

En Río de Janeiro y São Paulo también se celebran los desfiles de las escuelas de samba. En ellas, los festeros se presentan en sus carrozas, con una increíble variedad de luces, sonidos, samba y buen humor para contar la historia de algún tema. Las escuelas compiten entre sí para ganar el premio del carnaval.

días de carnaval

Pero, ¿En los días de carnaval vale todo?

Para algunos, los días de carnaval es el momento perfecto del año para explorar la sexualidad. Con tanta libertad de expresión, ligereza y sensualidad. El carnaval invita a la gente a celebrar la vida, sus cuerpos y a dar rienda suelta a su imaginación, pudiendo ser lo que quieran, como quieran y libres de juicios de los demás.

Y ahí es donde surge la pregunta de muchos, entonces ¿vale todo en los días de carnaval? Porque es cierto que todo el mundo quiere divertirse, sacar el artista que lleva dentro, pasarlo bien y vivir el sentido mágico de esta fiesta: el disfraz. Uno que, a la vez, puede ser la representación de los auténticos deseos de cada uno. Como todo un role play público en el que cada uno tiene su personaje a interpretar.

En la festividad, vale la pena danzar mucho, cantar, usar muchos colores y adornos. Es importante utilizar maquillaje muy diferente, llamativo, para cambiar de identidad, de género o de color de pelo. Cada persona puede elegir lo que desee. 

Aprovechar para bailar hasta que los pies duelan, emocionarse con las tradiciones locales, comer mucha comida típica… Unos días especiales para apreciar la belleza y la singularidad de todos los trajes que circulan por las calles.

Y por qué no, también disfrutar de la fiesta de una manera más relajada. Dentro de un palco o de una zona VIP con tan solo amigos o con quien se quiera. Además, también se puede ver los desfiles desde la comodidad de la propia casa, o hacer un maratón de películas de carnaval para conocer un poco más de la historia de la fiesta.

Pasarlo con una pareja, un amante, un amigo con derechos. Divertirse con amigos, solo o hacer muchos amigos por la calle… ¡Por supuesto que sí! Todo vale para disfrutar al máximo de esta gran celebración y llenarse de alegría y buen rollo.