El vaginismo puede aparecer en cualquier momento de la vida de una mujer y puede tener diversas fuentes, desde un trauma sexual, el parto o la menopausia.
Pero… ¿Sabes qué es el vaginismo?
El vaginismo es la contracción involuntaria de los músculos vaginales, lo que provoca molestias durante las relaciones sexuales, e incluso al utilizar tampones… El dolor se produce principalmente en la entrada de la vagina, impidiendo a veces la penetración o incluso la realización de exámenes ginecológicos.
“Mi cuerpo no me permite tener relaciones sexuales», es una de las quejas femeninas. Muchas mujeres ni siquiera saben que existe eso hasta que intentan -y no logran- tener relaciones sexuales una vez. En ese momento, entonces pueden descubrir que tienen el trastorno.
Sentir dolor durante la primera relación sexual quizás pueda considerarse normal, después de todo, aparte de la rotura del himen, suele ser un momento de tensión y mucho nerviosismo para la mayoría de las personas. Pero, una vez superado esto, ¿es normal seguir sintiendo molestias? La respuesta es no.
Muchas mujeres siguen teniendo estas molestias, y a veces por miedo al qué dirán, o incluso por vergüenza, no hablan de ello. ¡Y eso es un error!
Es muy importante acudir a un ginecólogo para que realice pruebas e identifique la posible causa del dolor. En muchos casos, puede tratarse de vaginismo.
Causas del dolor durante el sexo
¿Te suele parecer malo el sexo?
¿Sientes dolor, malestar y quieres que termine pronto?
¿Cree que no se ha puesto en marcha correctamente?
¿Crees que eres frígida y que puedes pasar meses sin sexo?
¿O es que sientes placer, pero sólo cuando no hay penetración?
Si te identificas con alguna de estas preguntas, es posible que padezcas de vaginismo.
El vaginismo es la causa de una cantidad considerable de mujeres que no disfrutan del sexo, pero soportan las molestias porque piensan que son así y no pueden hacer nada para cambiar la situación.
Miedo
El 90% de las mujeres con vaginismo dicen sentir dolor durante las relaciones sexuales
Las mujeres que padecen vaginismo son plenamente capaces de sentirse excitadas, y tienen deseo sexual, pero el problema se produce cuando, tras pasar por una experiencia traumática, desarrollan una aversión al acto.
Sufrir vaginismo por cuestiones psicológicas
Un paso importante es intentar comprender los problemas psicológicos asociados a esta relación.
Los expertos explican que hay un ciclo que la mujer atraviesa en este proceso. Al principio, está tomada por la ansiedad y el miedo, del propio acto sexual y del dolor que puede causar, en consecuencia, el cuerpo responde con contracciones involuntarias en la vagina, haciendo el acto doloroso.
Lo que ocurre es que después de algunas experiencias traumáticas, la réplica del cuerpo es adoptar una postura defensiva, y es en ese momento cuando tiene lugar la falta de deseo. Es como si el propio cuerpo dijera «¡no me pongas ahí porque no es bueno para mí!
Falta de afecto
Las relaciones infelices, o en las que la pareja no es paciente y atenta durante las relaciones sexuales, también pueden provocar vaginismo. Es muy importante concienciar a tu pareja de la importancia de los juegos previos y la estimulación antes de la penetración.
Traumas
El historial de abusos físicos o emocionales de una mujer puede hacer que sea aprensiva durante las relaciones sexuales, puesto que la penetración ya está asociada en su mente con el dolor.
Vaginismo por historias familiares
Una educación restrictiva, represiva o sobreprotectora también puede ayudar a una mujer a desarrollar esta condición, ya que el sexo se asocia con algo malo o prohibido. Para algunos, incluso un pecado.
Problemas físicos
- Menopausia
- Endometriosis
- Infecciones vaginales
- Myomas
- Enfermedades intestinales
- Lesión en la zona pélvica
- Quiste ovárico
Los posibles desencadenantes físicos del vaginismo son infinitos, por lo que inicialmente es imprescindible acudir a una consulta ginecológica para encontrar el mejor tratamiento a emplear.
¡El vaginismo se puede curar!
La buena noticia es que se puede curar. Si padeces este trastorno o conoces a alguien que lo sufre, busca ayuda. El ginecólogo, el fisioterapeuta y el psicólogo deben trabajar en conjunto para que los síntomas del vaginismo puedan ser superados.
Por otra parte, existen ejercicios que la mujer puede realizar en su propia casa, como los ejercicios de pompa, que ayudan en el tratamiento si se realizan de forma correcta, y los ejercicios de Kegel, que trabajan la región íntima del cuerpo femenino, con el propósito de facilitar la penetración.
El uso de dilatadores, vibradores e incluso la estimulación de la región con los dedos puede ayudar mucho. ¡Adelante!
Sin embargo, el vaginismo es una patología que puede afectar a cualquier mujer. Así que no hay nada de qué avergonzarse. Es posible curarla, y las tasas de éxito son muy alentadoras. Así que no tiene sentido prolongar el problema durante mucho tiempo.
Al final, lo mejor es buscar ayuda y volver a disfrutar de una sexualidad plena.