Anorgasmia: qué hacer para ponerle solución

¿Qué pasa cuando no se disfruta del sexo? ¿Anorgasmia? Cuando se escucha al resto de personas hablar de grandes experiencias y encuentros íntimos. Gemidos, jadeos, sudor y olas de placer recorren el cuerpo. Algo que se desea experimentar para ser “normal”, como el resto. Pero que pese a experimentar multitud de prácticas y estimulaciones parece algo imposible. Por lo que es normal llegar a la conclusión de que algo en la propia persona debe andar mal. Tanto a nivel físico o biológico, o mental. Pero antes de que suenen las alarmas, puede ser una fase de anorgasmia. 

¿Qué es la anorgasmia?

Se refiere, literalmente, a la incapacidad de tener y sentir un orgasmo. Da igual la estimulación que se reciba, la postura, la práctica sexual que se realice o si se hace solo o acompañado, nada parece resultar tan placentero.

Este hecho suele ser algo por lo que se preocupan multitud de personas. Preguntarse el por qué y si es que se tiene algún problema o hasta que punto puede ser grave. Como si fuera una enfermedad de la cual es necesaria una intervención para curarse.

Y sí, puede ser un problema pasar por una fase de anorgasmia, pero es relativamente sencillo ponerle solución. Incluso es importante saber que es bastante normal en algún momento de la vida pasar un tiempo así.

anorgasmia

Consejos para evitar la anorgasmia

Lo primero es tener claro que a nivel sexual y la satisfacción y disfrute de todas las relaciones eróticas y encuentros influyen muchas cosas, sobre todo mentales. Depende del día, preocupaciones, sentimientos, carácter, cansancio… Incluso el tiempo puede afectar, tanto para bien como para mal.

Es por ello que es importante tener paciencia y tener claras varias cosas antes de comenzar a preocuparse. Cada persona es única, tiene gustos, creencias, deseos, fantasías y preferencias diferentes. Por lo que la relación con su cuerpo y su manera de relacionarse con otras personas varía. 

Dejando atrás pensamientos negativos

Lo primero para evitar la anorgasmia es ser positivo. Pensar demasiado y sobre todo si es negativo solo puede provocar una mayor insatisfacción. Preguntarse cosas como “¿qué hay de malo en mí?” “¿por qué no puedo disfrutar como el resto?” “Algo debo estar haciendo mal…” suele desembocar en angustia, preocupación y tensión. 

Sentimientos que es mejor evitar a la hora de tener relaciones sexuales y que pueden acabar en anorgasmia. Es mejor tener la mente lo más en blanco posible, dejarse llevar por cada sensación y experimentar el momento. Dejar atrás las expectativas basadas en el porno disponible por internet que no tiene por qué ser muestra de la realidad o lo que es “normal” hacer o sentir en un encuentro sexual.

Evitar el estrés y la ansiedad, es un momento solo para disfrutar y en el que todo el mundo debería sentirse cómodo. Olvidar las preocupaciones y el listado de cosas que hacer para después. Ahora tan solo cuenta el placer.

¿Y qué pasa si no se disfruta? Ojalá todas las relaciones sexuales fueran intensamente satisfactorias. Al igual que en cualquier relato erótico o película romántica en la que hay una increíble química sexual, la vida real es bien distinta. Sería ideal que todas las personas se entendieran en la cama y fueran maestros y maestras de la seducción. Pero, aún así, hay que seguir probando, porque, ¿y si funciona y se consigue un increíble orgasmo?

Autoconocimiento

Conocer el propio cuerpo, dónde es más placentero ser tocado y cómo es muy importante. Saber las fantasías y fetiches que se deseen hacer realidad, experimentar y dejarse llevar para descubrir un mundo nuevo de sensaciones. Así como los límites y hasta dónde se quiere llegar.

Satisfacer los propios deseos además conlleva un aumento de la autoestima. Aprender a enamorarse de uno mismo, a la par de sentirse deseado, es la mejor combinación. Disfrutar de las cosas que más gustan es el mejor regalo que se puede hacer a uno mismo.

Por ello es importante probar y experimentar para conocer cómo se siente y qué se prefiere. Mientras, por el camino del descubrimiento del placer, pueden haber paradas realmente interesantes y divertidas. 

Educación sexual y sexualidad

¿Quién dicta qué es normal y qué no en el sexo y la forma de vivirlo? Otra de las cosas que se pueden hacer para evitar o gestionar mejor la anorgasmia es informarse. Si, leer, preguntar y buscar acerca de sexualidad. Más allá de salud sexual, posturas, los mejores sitios para hacerlo, fantasías y un larguísimo etcétera.

Entender mejor y saber más de educación sexual ayuda a vivir la propia sexualidad de otra manera. Saber qué se puede esperar y cómo actuar en cada momento, evita a largo plazo muchas preocupaciones. 

Experiencias pasadas

Es posible que tras algunos encuentros insatisfactorios o incluso que hayan podido resultar malos o traumáticos, se tenga cierta dificultad para disfrutar de nuevo. Es completamente normal. El cuerpo y la mente se resiste porque ha aprendido que esa es la manera en la que el sexo funciona.

Es por ello por lo que lo más importante es tener paciencia y hacer solamente aquello con lo que uno mismo se encuentre cómodo y desee en ese momento.

Los estereotipos pueden provocar anorgasmia

A lo largo de la historia, en la sociedad se ha entendido la sexualidad de una manera. El concepto ha ido evolucionando y prácticamente ha sido tabú. Además de lo que ha supuesto en cuanto a géneros. 

Los hombres siempre han sido los machos, viriles, de gran potencia y que tienen que llevar la iniciativa. Mientras que las mujeres siempre tienen que ser más sutiles, delicadas y dispuestas a complacerlos, optando por un papel más de sumisas.

Pero ¿qué pasa con todas las personas que no se sienten identificados con estos adjetivos y clasificación? Pretender o esperar ser lo que no se es por complacer a los demás no suele acabar bien. Reprimirse de esa manera, hace ya partir de una insatisfacción que hace muy difícil disfrutar de cualquier encuentro íntimo y sexual.

Consultar a expertos

La anorgasmia puede surgir por diferentes razones. Puede ser pasajera o más permanente. Cuestión de pareja o de uno mismo. Provocada incluso por algunas enfermedades o por la ingesta de drogas o alcohol. Es decir, por razones físicas o psicológicas. 

Es por ello que si de verdad se convierte en algo preocupante para cualquier persona lo mejor es buscar la ayuda de un experto. Realizarse análisis o ir a terapia de pareja pueden ser buenas opciones. Una manera de resolver todas las dudas y quedarse más tranquilo, sabiendo a qué atenerse y cómo actuar a partir de ese momento.

Comunicación

A la hora del sexo y cualquier problema que pueda surgir en torno a él es muy importante tener un espacio y la confianza para hablarlo. Puede que la anorgasmia sea porque la pareja desconoce los deseos de la otra persona o no sabe exactamente cómo le gusta que le toquen, así como sus fantasías.

Lamentablemente, todavía nadie es capaz de leer mentes y es necesario comunicarse de manera clara y directa para lograr entenderse. Además que, como dicen, ninguna persona nace sabiendo de todo y la práctica hace al maestro. Por lo que, a entrenar sea dicho para perfeccionar la técnica.