El sexo puede resultar muy placentero. Está el romántico, lleno de caricias y cariño y el salvaje donde los instintos predominan y los verdaderos deseos salen a la luz. Es en éste último dónde se puede incluir el facefucking. O lo que literalmente significa, follarse la cara de una persona.
Se trata de un tipo de práctica que sobre todo se da dentro del BDSM. Principalmente porque el hombre, en este caso, tiene un importante rol dominador, frente a su pareja sexual que sencillamente se queda quieta con la boca abierta. La versión femenina se puede hacer cuando ella es la que se sienta sobre la cara de su acompañante para disfrutar de un intenso sexo oral. En este caso sería la mujer quien tiene el rol dominante.
¿Facefucking para todos?
Al igual que las demás prácticas sexuales, esta puede gustar o no. La verdad es que se trata de una experiencia que puede resultar algo dura. Sobre todo porque cuando la representan en el porno la mujer que lo practica acaba con los ojos llorosos y el maquillaje corrido. Por lo que, es comprensible que no resulte muy atractivo para algunas personas.
Además que el facefucking, junto con el gagging y la garganta profunda si no se prepara bien puede provocar náuseas como acto reflejo y natural del cuerpo humano. Pero, para quien lo disfruta, es una increíble sensación que intensifica el placer.
Esto es debido a que es una zona bien lubricada y con gran capacidad para estimular el pene. Siempre y cuando no intervengan los dientes. En ese caso puede cambiar de muy placentera a muy dolorosa, y nadie quiere eso.
Y es que el facefucking no solo lo disfrutan los hombres, si no que las personas con las que lo practican también. Se trata de un verdadero empoderamiento al sentir que son capaces de dar tal placer a su pareja sexual, además que suele suponer como una especie de reto y esfuerzo ser capaces de hacerlo.
Consejos para disfrutarlo
Para poder disfrutar de un buen facefucking hay varias cosas que es importante tener en cuenta para que luego no haya sorpresas desagradables. Aunque bueno, hay algunos a los que les excitan los vómitos, también conocido como emetofilia, así que quizás sea una buena opción para provocarlos, en este caso.
Antes
- Lo primero es hablarlo, o al menos estar seguros de que ambas partes desean probar y hacer facefucking antes de todo.
- Practicar, con un dildo, consolador o vibrador de forma previa. Aunque también se puede con un pene de verdad directamente. De este modo se acostumbran los músculos a adaptarse y evitar los reflejos de naúseas o arcadas.
- Hay quienes practican con la parte trasera de un cepillo de dientes, dos o tres veces por semana para evitar la sensación de arcada cuando algo roza la zona de la campanilla y la parte más profunda de la lengua.
- Relajarse y estar cómodo es importante para esta práctica sexual, al igual que una buena higiene bucal.
Durante
- No realizarlo recién comida o comido.
- Usar lubricante o si es suficiente con la saliva para que todo fluya como debe.
- Importante recordar que no se trata de chupar o hacer una mamada. Sencillamente es que se realice como en la penetración pero en la boca. Así que se recomienda evitar hacer movimientos con la lengua o succionar porque entonces las arcadas o ganas de vomitar aumentarán.
- Respirar solamente por la nariz mientras se realiza facefucking.
- Si hay alguna arcada, todo el mundo tranquilo, no pasa nada, suelen ayudar a estimular todavía más el pene. Por lo que se puede aprovechar para parar un segundo, coger aire y volver.
- ¿Y si se corre? Es una posibilidad por lo que hay que estar preparados y decidir si tragar o apartarse y escupir.
- La postura también es importante. De normal las más populares son a cuatro patas, ella tumbada boca arriba en la cama y él sobre ella o de rodillas y de pie. Pero se pueden probar con las que se desee.
¿Solo o acompañado?
- Para realizar facefucking se pueden aprovechar varios juguetes eróticos. Además de lubricantes o dildos , ya mencionados anteriormente, hay otros que ayudan a mantener la boca abierta.
- Usar las manos. Durante esta práctica las manos quedan libres para tocar el culo de la pareja, el pecho e incluso estimular la próstata, introduciendo un dedo por el ano.
- Se puede acompañar con otros preliminares como el Humming (emitir vibraciones con la boca durante el sexo oral para estimular la zona de los genitales), succionar o lamer los huevos (recordando la técnica del tea bagging).
Pero sin duda lo principal es tener ganas de probarlo, e ir poco a poco las primeras veces. Comprobar cómo se siente y hasta dónde es capaz de llegar y sentir cada uno.