Una de las prácticas sexuales más ejercitadas en la historia es el sexo anal. A pesar de todos los prejuicios que la envuelven y el tabú que supone para otros tantos. Entre las cosas que se dicen de él por ejemplo es que solo lo hacen las personas homosexuales, que se trata de un agujero de salida e incluso que es mejor hacerlo por el culo ya que se anula el riesgo de un embarazo no deseado. Y es que hay cientos de opiniones al respecto. Pero, ¿qué se sabe sobre el sexo anal?
Orígenes del sexo anal
Cuando se habla de este tipo de práctica, existen multitud de términos para referirse a ella. El más conocido y clásico es el ya mencionado, sexo anal, sencillo, directo y claro. Otra forma de llamarlo es griego, debido a su popularidad entre los antiguos griegos y sus grandes fiestas y bacanales. También se utiliza mucho, sodomía, un término que debe su origen a la Biblia.
Hay otras cientos de formas para referirse a esta práctica consistente en la estimulación y penetración del ano. Las personas a lo largo de la historia han sido de lo más creativas en este aspecto.
Consejos para practicarlo
¿Qué hacer una vez se ha decidido que se desea practicar sexo anal? Es una zona formada por un conjunto de músculos y con multitud de terminaciones nerviosas. Cosa que lo hace muy sensible. Pero, lo que es importante recordar es que también está lleno de bacterias, al fin y al cabo es un orificio con un objetivo muy claro.
Por todo esto a la hora de comenzar a descubrir y explorar el mundo del sexo por detrás, hay que tener en cuenta varias cosas:
- Comunicación, decisión y relajación. Es importante estar seguro y relajar el cuerpo para que todo el proceso sea más satisfactorio. Además de una buena comunicación y confianza para decir cómo se siente, si duele o se desea que siga y cómo.
- Comida. En estos casos es recomendable tener el estómago vacío y que haga mucho tiempo que no se come.
- Higiene. Para no tener sorpresas desagradables, es mejor acudir al encuentro erótico con la zona bien limpia. Para ello muchos hombres recurren a lavativas, enemas o duchas anales.
- Paciencia. Sobre todo en las primeras veces, es difícil que se consiga penetrar rápidamente. Es más puede resultar peligroso porque se pueden producir desgarros, así que con calma.
- Estimulación. Probar primero con algún dedo uno mismo, en casa. Con algún juguete sexual como los butt plugs o similares. Incluso con un beso negro (sexo oral en el ano). Todo para ayudar a dilatar esta zona del cuerpo y facilitar la penetración.
- Lubricación. A la vez que la estimulación es de gran ayuda utilizar fluidos que ayuden a que fluya todo mejor. Como puede ser la saliva o los lubricantes. Sobre todo porque al contrario que la vagina, esta parte del cuerpo en específico no tiene lubricación natural.
- Sexo seguro. Para evitar cualquier infección o enfermedad de transmisión sexual (ITS o ETS) es recomendable utilizar algún método de barrera durante el sexo anal como puede ser el condón. ¿Por qué? Pues principalmente debido a la cantidad de bacterias que se encuentran, a los fluidos que se intercambian y a la “facilidad” de que se produzca algún desgarro.
- Sin mezclas. Por las mismas razones que se acaban de mencionar, muchos expertos recomiendan evitar pasar de penetraciones vaginales a anales o viceversa sin haberse limpiado bien antes.
- Postura. A la hora de hacer un griego es muy importante la posición. Una en la que se esté cómodo y facilite la estimulación y penetración. Se puede consultar el Kamasutra pero las más populares son las de a cuatro patas o la vaquera, entre otras.
Los “Síes” y “Noes” del griego
El sexo anal como tantas otras de prácticas sexuales pueden resultar muy placenteras. Muchas personas lo practican a diario en todo el mundo aunque no lo admiten en voz alta. Es por ello que es necesario recordar y desmitificarlo para que nadie pueda tener miedo y se pueda disfrutar de manera adecuada, sin preocupaciones.
- No es una práctica “sucia”.
- No es exclusiva de los homosexuales.
- La primera vez no tiene por qué doler.
- Los hombres por probarlo no pierden virilidad ni son homosexuales.
- No, no tiene por qué ser igual que en las escenas porno.
- Sí puede provocar orgasmos el sexo anal.
- Sí que ayuda a estimular el punto G masculino.
- Claro que sí que las mujeres también lo disfrutan.
- Sí, al igual que el sexo en general, es beneficioso para la salud.
- Sí se puede practicar solo.
¿Cómo saber si gusta si no se ha probado el sexo anal?
A pesar de todo lo que se ha dicho, oído y visto acerca de esta práctica es necesario mirarse a uno mismo. Si llama la atención y genera curiosidad, prueba. En lo que concierne a la sexualidad hay que experimentar cosas nuevas para descubrir cómo se siente. Poner a prueba los límites de placer que puede llegar a sentir el propio cuerpo.
Pero siempre teniendo en cuenta toda la información. En casa a solas, con la pareja, amante, amigo con derechos o con tu escort preferida. Practicar sexo anal con un experto ya o con alguien que desea probarlo también, sea del género que sea. Si se siguen las recomendaciones arriba mencionadas, el placer está asegurado.