Ghosting, benching, icing… Poniendo nombre a las relaciones modernas (parte I)

Seguro que con estas nuevas nomenclaturas, si no eres un «millennial» algo se te escapa. Eso de poner nombre a las relaciones modernas es un juego que nace un poco de la necesidad de darle una explicación a nuevas actitudes que muchos no entendemos. ¿Tú también necesitas poner en orden todas estas ideas? No te preocupes, sigue leyendo que vamos a intentarlo.

Solemos pensar que somos nosotros los que hemos hecho algo fuera de lo normal, tendemos a culpabilizarnos. ¿Qué ha pasado? ¿qué es lo que ha cambiado? ¿dónde me he perdido? ¿por qué ya no me lama si estábamos bien? No estás loco, ni mucho menos loca. Sólo hay que hacer un poco por entender las relaciones modernas que hoy en día han venido para quedarse.

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Icing, la falta de porqués

Como su nombre indica, de repente del todo, surge el hielo. La relación entre vosotros iba bien, os llamabais, quedabais de vez en cuando e incluso puede que hasta os echaseis de menos. Pero de repente llega el día en el que, sin  un motivo, una razón ni un porqué, la cosa empieza a enfriarse. Pero si buscas que te de unas razones, no lo va a hacer. Asúmelo, te está haciendo un icing. Tal vez lo esté haciendo sin más para dejar una puerta abierta a la que volver, para poder tenerte en el «banquillo». Sea lo que fuere, no te va a dar una explicación porque ni siquiera está seguro de si dejarlo o no. Es mejor poner tierra de por medio y que pase lo que tenga que pasar después.

Benching, la puerta siempre abierta

Como hemos dicho antes, tal vez ha dejado de hablarte simplemente porque se ha agobiado y quiere explorar nuevas posibilidades. Eso sí, no te dirá adiós, ni te bloqueará de las redes sociales, de vez en cuando habrá un mensaje para saber a ciencia cierta si sigues ahí disponible. Lo que se suele decir, estás de segundo plato o esperando en el banquillo. ¡Espabila!

Ghosting, la nueva era de los fantasmas

Y como entró por la puerta, salió. Sin avisar y sin decir nada. De repente corta la comunicación después de unas citas e incluso después de una de estas relaciones modernas. ¿Por qué? Pues en su mayoría estos casos suceden porque la persona que ha decidido hacer la desaparición, no es lo suficientemente maduro e incluso podríamos tildarlo de legal. No consigue reunir el valor necesario para decirte que no quiere seguir contigo a la cara y opta por la salida fácil. Desaparece por completo sin dejar ni rastro. ¿Enfadado o confundido? Se admiten todas las variantes si alguna vez te han hecho un ghosting.

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Simmering, la intuición nunca falla

Esta situación se da cuando uno de los dos decide bajar la frecuencia de citas y también la comunicación con el otro. La persona a la que se lo están haciendo ve algo que no le cuadra, una intuición extraña. En esta situación, el otro empieza a tener la sensación de que la relación va a llegar a su final, pero aún no tiene pruebas suficientes (o no las quiere tener) para verlo claro.

Haunting o dar un paso atrás

Esta situación nos resulta familiar a muchos. Después de haber hecho una de «ghosting», la persona se arrepiente y quiere dar marcha atrás. ¿Y qué es lo que más a mano tenemos y más interconectados los unos a los otros tenemos? Sí, las redes sociales. Es entonces cuando una lluvia de likes, RT, me gusta o cualquier otra acción se llevará a cabo para que veas que sigue ahí, que lo hizo sin querer o sabe que se equivocó. No obstante, quiere volver a recuperarte y estar en tu ida. ¿Estarías dispuesto?

En realidad son muchas las formas y los nombres empleados tanto para acabar las relaciones modernas como para volver a retomarlas. Pero eso sí, si juegas, juega bien. Piensa siempre en la otra persona y en cómo te sentirías si te lo hicieran a ti. ¿A que no es lo mismo la forma de verlo? No nutras las inseguridades de los demás ni bajes la autoestima. Hablando se entiende la gente y seguro que puedes hacerlo mejor.

Comments (4)

  1. antonio gonzalez gomez

    5 septiembre 2017 at 12:25

    Madre de mi vida las cosas que aprende uno contigo mi querida Martina,nunca te acostaras sin saber una cosa mas,pues algunas de estas cosas me han pasado a mi,jajajajajaja y no conocia el nombre que se aplica a cada una de ellas,besitos enormes de martes

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    1. Martina

      5 septiembre 2017 at 13:23

      jajajaja buenos días Antonio! Qué? Cómo te quedas? jajaja la verdad es que me pareció un artículo súper interesante y espera espera porque aún queda la segunda parte que esto no acaba aquí.
      Pues claro que nos han tenido que haber hecho alguna de estas en nuestra vida. Vamos, ya te digo yo que a mí más de una me han hecho y seguro que me queda aún en esta vida que me hagan unas cuantas más…
      En fin, me alegro de haberte enseñado una cosa nueva hoy.
      Mil besos amigo

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  2. Bruxo

    5 septiembre 2017 at 13:07

    Buenas tardes Martina!
    Estamos con la moda del -ing, quizás en español haya la misma palabra pero no es/suena «cool», no? ?.
    La «Profe Martina» nos explica esos términos tan «trendy» ?. El 1º ocurre incluso con los amigos, o quién crees que era tú amig@, y aunque intentes saber las razones (como bien dices) no te dirá nada.
    En el 2º te ponen en «modo comodín», pero sinceramente es como si se rieran de ti, porque saben que no «fallas» (hasta que te cansas claro).
    3º o «irse a la francesa» podría decirse, no? ¿Se puede decir que son un poco cobardes?
    La 4ª, al final termina siendo la 3ª y con lo que te comento.
    Te doy toda la razón en tu comentario final, pero sí una parte no quiere hablar por mucho que el otro lo intente será como «predicar en el desierto». Yo al menos siempre intento hablar y saber razones, pero si la otra parte se niega, no hay nada que hacer. Nunca le hago a nadie lo que no quiero que me hagan a mi.
    Que la tarde sea buena!
    Biquiños.
    ???

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    1. Martina

      5 septiembre 2017 at 15:13

      Buenos días querido Bruxo,
      pues sí oye, mira que no tenía ni idea yo de estas cosas pero al final, a mí al menos, me las han hecho casi todas… jajajajaja si es que una no puede ser buena en esta vida. Pero sí estoy muy de acuerdo con lo que dices tú, «no hacerle a nadie lo que no quieres que te hagan a ti!» Que viva la comunicación, como buena mujer de letras pienso que está muy infravalorada….
      Un besito de martes!

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