La coitofobia, más conocida como genofobia, es el miedo irracional e injustificado a tener relaciones sexuales. Se trata de un estado de ansiedad fuera de lo normal a la hora de intimar. Produce reacciones completamente contrarias a las deseadas.
Este miedo y estado de ansiedad paraliza a la persona. Es un hecho que hace que sea imposible disfrutar. Además, muchas veces ni siquiera se puede llegar ni a entablar una relación íntima con la pareja.
¿Cuáles son los síntomas de la coitofobia?
Entre los síntomas principales destaca, en los hombres, la imposibilidad de tener una erección. En las mujeres se encuentra como algo francamente difícil el poder llegar al orgasmo.
Otro de los motivos más comunes al que se llega a este punto en el que se convierte en una fobia es tras haber sufrido en el pasado una agresión sexual. E incluso también se puede llegar a él por un factor emocional.
No obstante el sexo tiene más allá y son muchos los miedos pasajeros a los que todos nos enfrentamos alguna vez en nuestra vida. Miedo a quedarnos desnudos delante de otra persona, miedo a no alcanzar determinadas expectativas, miedo a no ser suficiente, miedo a no dar la talla, miedo a no satisfacer al otro, miedo a no alcanzar el orgasmo o que incluso la otra persona no llegue. Por supuesto no menos importante, miedo a las ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual) o miedo a un embarazo no deseado.
Posibles soluciones
Seguro que si te pasa o le pasa a alguien conocido algo de lo que estás leyendo, es probable que no sepas cómo ayudar. No sólo porque no sabes cómo han llegado hasta ahí, o cómo pueden verse así. Pero lo más simple en estas situaciones, es no hacerlo más grande.
- Hablar: La comunicación siempre ha sido la mejor vía de entendimiento entre los seres humanos. Una buena educación sexual que implique el acercamiento y empatía de la otra persona hará que nos sintamos relajados y que olvidemos los miedos. Nos dará seguridad y generará la confianza suficiente para que podamos afrontar el miedo.
- Recurrir a un terapeuta: Lo mejor cuando se llega a este punto, sea cual sea la razón previa o el motivo, es buscar la ayuda de quien sabe cómo salir de ahí. Hablamos de los profesionales de salud mental que tienen su especialidad en sexología o estos asuntos sexuales.
Como se suele decir, en esta vida todo tiene solución menos la muerte. Hasta las fobias más odiosas de todas y las que menos queremos tener nosotros mismos. Sólo tenemos que buscar el camino de salida que más se adapte a nosotros, a nuestra forma de ser y de vivir. Pero sí, siempre hay salida. Todo es posible y sí, todo pasa…
Bruxo
22 agosto 2017 at 12:18
Buenos mediodías Martina!
Hoy toca post educativo. En principio por el nombre se intuye su significado. Como se suele decir, «hay gente p’ató», y más si son por motivos como esos que comentas. Sobretodo si fue uno tan grave como el que dices, de haber sufrido una agresión sexual. Si es por el miedo/timidez extrema a quedarse desnudo delante de otra persona, sería el más «fácil» de superar (supongo) con ayuda, al igual que el miedo a las ETS (quizás con más información al respecto se podría solucionar).
Estoy totalmente de acuerdo con las soluciones, la 1ª muy factible con una pareja o persona en la que se confía y la 2ª sería la más adecuada para superar alguno de los miedos comentados.
Que el día te sea agradable, aquí ya es mejor que ayer, con temperaturas mucho más suaves. Ahora a descansar tras el «paseo» matutino en bici.
Biquiños.
???
Martina
25 agosto 2017 at 13:01
Buenos días!!! Ay que se me complicaron los días con el trabajo y no pude entrar a contestar. La verdad es que el post dio mucho de sí y fue bastante constructivo escribirlo…
Me alegro de que te haya gustado. Que tengas un buen fin de semana amigo. Un abrazo
Cyrano
22 agosto 2017 at 12:32
No se puede disfrutar del sexo con complejos y miedos, son los causantes del más estrepitoso fracaso.
Lo mejor es dejarlos fuera de la alcoba. Son malos compañeros de viaje y el sexo es el mejor viaje que nos podemos regalar.
En la puerta de entrada a la estancia del placer, debería colgar un letrero que dijera:
«Aquí se viene a disfrutar con todos los sentidos. No se admiten lastres. Por favor, déjenlos fuera y disfruten ardientemente de la pasión»
Feliz día ?
Martina
25 agosto 2017 at 13:04
Querido capitán… se me complicó el asunto y no pude contestar cuando debía, entonaré unos días el mea culpa.
¿Y qué haces cuando los complejos no te dejan o te paran tanto que no puedes ir más allá? Hay veces que para algunos la autoestima es muy muy influyente.
Contigo estoy en dejarlos fuera de la alcoba pero… ¿y qué carta jugar cuándo la inseguridad o el miedo supera las ganas? Hay que entender que a veces esos miedos son muy poderosos, ¿no?
¡Un abrazo grande!
Cyrano
25 agosto 2017 at 13:58
Plan B: La parte pudorosa y temerosa será quien lleve las riendas, aprovechándose de la otra parte, haciéndola tenderse con una venda en los ojos y con las manos inactivas, para desnudarle solo para sus ojos y disfrutar de su cuerpo solo para sus sentidos. De esta forma podrá gozar del placer del sexo manteniendo el total control de dicho encuentro. Poco a poco, quizá pueda permitirse otro tipo de atrevimiento, siempre al ritmo que marque su timidez. Por probar…
Plan B: Si ambas partes son temerosas de la lujuria, mantendrán encuentros pactados en alguna alcoba neutra totalmente oscura, y serán sus cuerpos quienes hablen por ellos, manteniendo la pudorosa sexualidad protegida con el anonimato que proporciona la falta de visión. Ojos que no ven…
Sé que para ambas situaciones hay que echarle mucho valor, pero tienen su morbo también, no te parece? ..y quizás, solo quizás, a fuerza de repetir dichos experimentos, se puedan ir dando pasitos en el camino de la aceptación de uno mismo.
La mejor manera de obtener resultados es a base de «ensayo, error» así que manos a la obra.. y creo que cuando tenga ocasión, yo también voy a probar en mis propias carnes estas variantes tan apetecibles.
Creo que buscando una posible solución, he creado una fantasía, se me ha ido de las manos, jajaja.
Te deseo un gran finde. Mil besos
antonio gonzalez gomez
22 agosto 2017 at 13:30
buenos dis Martina,yo no tengo esos problemas,aunque igual es porque hace tiempo que no practico,jajajajajaja,los coitos me los hago yo solo aunque algunas veces llego a pensar si Coito es el emperador japones,besitos enormes
Martina
25 agosto 2017 at 13:05
jajajajajajaja buenos días Antonio! ¿qué tal estás? tal vez sea un emperados japonés del pasado, ¿quién sabe? jajajajajaja gracias por sacarme una sonrisa de fin de semana
Mil besos!!!