Afortunadamente, cada vez se habla más de relaciones sexuales, sexualidad y sus matices en la sociedad. Temas como la homosexualidad, el poliamor, el sexo entre amigos e incluso los fetiches y fantasias están ganando cada vez más tono y voz. Sobre todo a la hora de referirse a las relaciones humanas.
El hecho es que los seres humanos son seres sociales por naturaleza, a los que les gusta la interacción, el contacto, las muestras de afecto, el intercambio… Y es precisamente en este momento cuando las amistades, por ejemplo, pueden adquirir un nuevo significado.
En inglés son friends with benefits, en portugués se les llama amigos coloridos, pero el idioma en realidad carece de importancia. El tema es que, cada vez está más de moda conocer a personas que se identifican a los llamados amigos con derechos.
Pero, ¿cómo funciona exactamente el sexo entre amigos?
En primer lugar, hay que analizar el concepto de amistad. Se considera que un amigo es una persona en la que se confía y se siente a gusto. Que apoya y aporta buenos sentimientos a la vida y a la existencia. Alguien con quien puedas reír, llorar, compartir y regalar con la seguridad de que será recíproco.
En este mismo sentido se desarrolla el sexo entre amigos, el tener a alguien a quien llamar cuando uno se sube por las paredes de tantas ganas. El tener un intercambio de afecto y cariño genuino de alguien que se preocupa por el otro, aunque esto no implique una relación de pareja.
Por otro lado, el lazo afectivo creado por la amistad ya existe, y cuando se intima sexualmente, tener un vínculo resulta vital para disfrutarlo. Especialmente en el caso de las mujeres. Esto es porque, según los análisis de los expertos, tienden a ajustarse y a tener respuestas más positivas. Ellas incluso llegan a más orgasmos cuando se sienten cómodas y tienen confianza con su pareja sexual.
Los hombres, en cambio, se inclinan por ser un poco más visuales y directos al grano cuando se trata de sexo. Pero eso no significa que la existencia de un vínculo afectivo no pueda llevar el placer a otro nivel con más relajación y conexión.
¿El sexo entre amigos es para todos?
La respuesta rápida y sin demasiadas vueltas sería que sí. La relación más íntima entre amigos no debe implicar ninguna carga, celos, sentido de posesión, ni nada por el estilo. Explorar la sexualidad con un amigo debería suponer algo sencillo, sin compromiso y para pasar un buen rato. Lo que ocurre es que los sentimientos son imprevisibles y el terreno del corazón no se puede controlar.
Aunque las reglas hayan sido claramente establecidas y acordadas por ambos, puede que uno u otro se enamore. Incluso que en algún momento, pierda el interés por seguir manteniendo encuentros sexuales. Es entonces cuando, alguno puede quedarse a merced del otro.
¿Existen diferencias entre hombres y mujeres?
Aunque el sentido común puede llevar a pensar que los hombres son más despreocupados, cuando se trata de sexo entre amigos o amistades con derechos, no siempre ocurre así. Las mujeres cada vez disfrutan y se complacen más con el sexo sin ataduras.
No hay ninguna norma al respecto. Lo que sí es importante saber es en qué momento de la vida se está y qué se busca. Por ejemplo, si una persona está buscando una relación formal de pareja, es recomendable evitar caer en tener sexo entre amigos. Esto es porque según afirman los psicólogos y especialistas sociales, esto puede convertirse en un verdadero lío.
Primero, porque la parte interesada en una relación puede llevar la historia a un plano más romántico por así decirlo. De esta manera, esta persona comienza a imaginar y crear películas en su cabeza que realmente nunca han existido y tal vez nunca existirán. Así, aumenta las posibilidades de arruinar el encuentro sexual e incluso la amistad.
Segundo, porque tener este tipo de follamigos ocupa un espacio emocional muy grande. Espacio que, teóricamente, se le debería dejar a la futura pareja que se desea tener.
Por lo tanto, ¿tener o no sexo entre amigos?
Partiendo del supuesto de que el amor y el sexo son dos impulsos completamente diferentes, si las dos personas implicadas tienen las cosas claras y están de acuerdo, no hay razón para privarse de este placer. Muchos incluso afirman que la amistad se ha fortalecido tras el contacto sexual.
Sin embargo, es importante entender los riesgos que conlleva el sexo entre amigos. Aclarar las expectativas antes de dar este paso a lo físico. Si aún así, la pasión desborda a uno de los involucrados, lo ideal es tener una conversación sincera. Explicar los sentimientos y poner fin al vínculo para no generar daños emocionales y acabar por afectar a la amistad o incluso acabando con ella.
Para ello, continuar con los lazos de confianza, dialogar de forma directa y clara, y tener madurez a la hora de separar las cosas, es fundamental. Ante la duda, es mejor no arriesgarse. Al fin y al cabo, una amistad vale mucho más que unas noches de pasión, ¿verdad?