Es muy común haber escuchado alguna vez la importancia de ir a orinar tras tener un encuentro íntimo. Pero ¿por qué? ¿en qué ayuda miccionar tras haber mantenido relaciones sexuales? La respuesta es muy sencilla y es que se trata de un hábito que ayuda a mantener la salud sexual.
Una de tantas acciones sencillas que se pueden llevar a cabo y que ayudan a mantenerse sano. Más allá de evitar embarazos no deseados, infecciones o enfermedades de transmisión sexual (ETS).
¿Orinar es la solución para todos?
Sobre todo a las mujeres o a las personas con vagina se les recomienda que hagan una visita rápida al baño tras tener sexo. Ya que este hábito ayuda a limpiar la zona de las posibles bacterias tras la penetración. Entonces, ¿en el caso de tener pene, es innecesario? Nada más lejos, todas las personas deberían tratar de crear una rutina de higiene antes y después de tener relaciones sexuales.
Sí, el sexo es sucio. Ya no solo porque se digan palabras muy explícitas o la actitud que se tenga. Como dicen Jason Derulo o Christina Aguilera en sus canciones de Dirty. Se realizan intercambios de fluidos, se suda y entran en contacto partes íntimas y sensibles.
Además de la penetración y utilización de diferentes juguetes eróticos que se introduzcan en diversas partes del cuerpo. Por lo que la correcta higiene es muy importante. Se menciona más en el caso femenino o de la vagina porque al final se trata de dos agujeros diferentes que se pueden infectar fácilmente y que quedan más expuestos y sensibles. En el caso del pene se eyacula y orina por el mismo orificio por lo que supone menos problema.
Ventajas e inconvenientes de orinar
Durante el sexo la tempera aumenta, determinadas zonas se humedecen, otras se dilatan y crecen e incluso se introducen dentro de otras. Por lo que orinar siempre es una buena opción para limpiar y eliminar las bacterias de los conductos y zonas cercanas tras las relaciones sexuales.
Aunque también se puede realizar una limpieza con agua y jabón íntimo que no dañe el Ph de los genitales femeninos. Es por ello que también es común que muchas personas incluso se tomen una ducha tras el acto. De la misma manera, las hay que unen ambos haciéndolo en la misma ducha. ¿Comodidad y ahorro de tiempo o el morbo del momento?
La verdad es que, es cierto que cuando se acaba de tener un orgasmo y eyacular, acordarse de ir al baño a orinar no es fácil. Los expertos aseguran que tampoco es necesario saltar de la cama en cuanto el acto termina y salir corriendo al baño inmediatamente. No es una imagen ideal a pesar de ser pareja más seria o un encuentro casual, como si se huyera. Se menciona según estudios que se debe realizar antes de 45 minutos tras terminar.
Orinar: ¿Hábito o necesidad?
A pesar de todas las recomendaciones, a muchas personas les surge de manera natural. Es decir que tras las relaciones íntimas, se orinan y necesitan ir al baño. Es cierto que tras tener sexo, su mismo cuerpo les pide la visita a esa zona de la casa. ¿Por qué? Pues porque al final los genitales y aparatos reproductores de las personas están situados muy cerca de la vejiga. Esto hace que cuando éstos se estimulan, dilatan o se mueven por la penetración, también se estimule la encargada de la orina.
Además de que otros estudios aseguran que incluso las hormonas que se liberan tras el sexo influyen en los riñones. Por lo que algunos sienten incluso una urgencia por orinar. Así que no es necesario que se acuerden o incluso pongan alguna alarma o recordatorio.
En resumen
En conclusión, respondiendo a la pregunta del título, sí es recomendable pero no necesario. Siempre y cuando se realice una limpieza con jabón si no se acude a orinar. Se trata de una zona muy sensible y que fácilmente se puede infectar. Se quedan muchas bacterias y los conductos de la vagina y la uretra se encuentran dilatados y calientes tras la estimulación. Esto junto con los fluidos que se intercambian tras eyacular y la penetración facilitan que dichas bacterias entren en el organismo.
Por lo que sencillamente con orinar o limpiar la zona tras el sexo, todos estos problemas se evitan. Sobre todo las mujeres que tienden o son más propensas a tener infecciones por alguna enfermedad o porque simplemente son más sensibles. Pero también para las primeras veces que se mantienen relaciones sexuales. Al igual que se utilizan los condones o métodos barrera, también es importante recordar la higiene íntima.