El tamaño importa. Es una de las grandes frases sobre el sexo que más extendida está. Pero ¿cómo de cierto es?. ¿Unas tetas o un culo cuanto más grandes sean, mejor?, ¿lo mismo pasa con el pene? Como si el tamaño estuviera relacionado con el placer. De manera que ¿cuánto más grande sea más se disfrutará? La respuesta a todo esto es sencilla, no tiene por qué. Es importante conocerse y descubrir todas las oportunidades y “herramientas” de las que se pueden disponer para estimular e incrementar el placer. Por ejemplo, las posiciones perfectas para intensificar la sensibilidad y sentir mejor su pene.
A muchas personas les gusta juguetear con esa parte del cuerpo. Tocarlo, sujetarlo, lamerlo y ver cómo mientras su propietario se retuerce de placer. Aunque la primera reacción al verlo o sentirlo es una de las más importantes. Dependiendo de la situación, algunas querrán escapar mientras otras dirán como Cameron Díaz en La cosa más dulce, “no puede caber aquí”.
¿Pene XXL o XXS?
Entre complejos, vergüenzas y nervios van las personas con genitales masculinos preocupados por si su tamaño será suficiente. Y es que existen multitud de tipos diferentes de penes, ya no solo de tamaño. Que si el lápiz, el seta, el curvo, el cono…
Así que, ¿cómo saber cuál es el mejor? Desgraciadamente, no existe nada perfecto y como dicen, para gustos colores. Muchos recurren a métodos milagrosos de alargamiento de pene, otros aseguran que el condón es el culpable de que no se sienta completamente e incluso en el porno se muestran escenas como que cuanto más grande es mejor.
Pero, sorpresa, en cualquier situación, a pesar del tamaño, puede resultar satisfactorio o no. Porque también es importante tener en cuenta las fantasías sexuales, el lugar, la excitación, los juguetes eróticos e incluso la habilidad manual y bucal.
Posiciones para sentir la penetración
Para disfrutar de un intenso orgasmo no basta con meterla de cualquier manera. La posición y movimientos que se realicen son muy importantes. Cuando se rozan las partes correctas del cuerpo humano es cuando se produce esa chispa de placer que se extiende rápidamente y acaba entre jadeos y gemidos.
Ella arriba
Cuando la persona que va a ser penetrada se coloca arriba tiene dos principales beneficios. El primero es que permite maximizar la profundidad y la segunda es que elige el ritmo y los movimientos según las sensaciones.
En este caso se podría contemplar, la vaquera, la vaquera invertida, de cuclillas, carretilla o en la silla. Por lo que parece que el pene en este caso adopta una postura más pasiva, dejándose guiar por la otra persona.Simplemente se puede dedicar a disfrutar de las vistas, ayudar a sujetarse o manosear todo lo posible.
Ella abajo
En este caso, se intercambian los roles. La persona que realiza y controla los movimientos es la misma que realiza la penetración. Es por ello que las posiciones más populares son algunas como el estilo perrito, la pierna o piernas al hombro, misionero, boca abajo, pierna arriba o pretzel.
De esta manera se consigue un ritmo más intenso, así como un mayor acceso a la estimulación de la pareja sexual. Además que suponen unas posturas sexuales de un rol más pasivo quizás para ellas.
Otras
De pie, la típica fantasía del empotrador o el aquí te pillo, al igual que la cucharita. Son dos de las posiciones que también facilitan ser consciente de cada una de las penetraciones. De cada movimiento y roce del pene sobre la vagina, el ano o cualquier otra parte del cuerpo.
Incluso el rapidito sobre la mesa, silla o coche, en el agua o contra la pared. Controlar cada movimiento según la flexibilidad y fuerza que se tenga para intensificar la tensión sexual, experimentar las sensaciones que se producen y dejarse llevar por la pasión.
¿Cuál de estas posiciones es la mejor?
La respuesta a esta pregunta es muy sencilla y compleja a la vez: Depende. Hay muchos factores que influyen en la satisfacción de una relación sexual. El estrés, cansancio, forma de ser, deseo, lugar… Pero más allá del tamaño del pene, sobre todo importa saber utilizarlo.
Encontrar el ritmo, la postura, el tiempo perfecto… y todo lo necesario para disfrutar al máximo puede ser complicado. Se puede ayudar de algún lubricante o juguete erótico para potenciar las sensaciones. De la misma manera que mantener las manos activas durante el mete y saca. Pero lo que más dificulta, es pensar demasiado.
Por lo que, mejor olvidar hacerse expectativas, preocupaciones y vergüenzas, dejarse llevar, experimentar y disfrutar. Probar, practicar cada postura y movimiento hasta descubrir cuál es el que más placer provoca. Consigue humedecer todas las sábanas, llenar la habitación de gemidos y disfrutar de orgasmos intensos mientras se busca la postura perfecta. Un entrenamiento y práctica que puede resultar muy divertida y entretenida mientras se alcanza el objetivo.