Cuando todo fluye durante el sexo es mucho mejor. Ninguna palabra inadecuada, gesto inapropiado o accidente inesperado que pueda estropear ese momento tan íntimo y pasional. Es por ello que es importante tener un buen lubricante cerca. De esta manera las relaciones sexuales placenteras están aseguradas. Aunque ¿cuándo y cómo es el mejor momento para usarlo?
Puede parecer algo obvio pero es bastante común que surjan dudas. Existen multitud de tipos y marcas, así como formas y sitios donde utilizarlo. El estar en contacto con una zona tan íntima sumado al objetivo del producto en sí puede provocar bastantes inseguridades. Por no hablar del momento de la compra que también puede ser aún tabú. Así que, es por ello que a continuación se resolverán las dudas más comunes para saber cómo se usa el lubricante durante las relaciones sexuales y poder así disfrutarlas al máximo.
Elegir bien un lubricante
Gel íntimo, caliente, natural, electrizante, de sabores, aceite… Existe una variedad muy grande de lubricantes hoy en día, así como marcas. Disponibles principalmente en sex shops, en tiendas físicas y online, aunque también en grandes plataformas como Amazon.
Lo más importante a la hora de encontrar y adquirir el lubricante correcto, es pensar para qué se desea. Puede ser para facilitar la penetración, intentar frenar la sequedad vaginal, o incluso para dar un masaje. Por lo que, según su finalidad, será mejor un lubricante u otro.
Es importante recordar que no se aconseja utilizar otra cosa que no sea hecha para esa función específica. Como por ejemplo algún alimento, ya que podría ser perjudicial para la salud e irritar la zona de los genitales.
Porque, a pesar de lo que se puede ver en los vídeos porno, en los que parece que lo solucionan todo con saliva, no es el caso. Ya que aunque es un lubricante natural, se necesitaría gran cantidad para producir el efecto deseado a la hora de la penetración. Por lo que acaba por no ser la solución idónea.
Cómo utilizar el lubricante en el sexo
Es cierto que cuando la zona está húmeda y todo fluye, se siente más, mejor. Por lo que para aumentar y potenciar el placer se pueden hacer uso de estos geles y líquidos que preparan y sensibilizan la zona.
La vagina tiene sus propios fluidos
La vagina, al contrario que la zona anal, es capaz de producir sus propios líquidos para lubricar la zona. Es por ello que cuando la mujer se excita se le dice que está húmeda. El problema llega cuando no es suficiente. Por diversas razones como puede ser la menopausia, esa lubricación puede ser menor e incluso inexistente.
Por ello nunca está de más tener un buen lubricante sexual para estas ocasiones. Se coloca una poca cantidad sobre el pene, condón, dildo, etc o directamente en el ano o vagina antes de introducirlo.
Condones con lubricante
Sí, los condones suelen llevar algo de lubricante para facilitar su uso. Pero eso no significa que sea suficiente. Por lo que sobre ellos se puede aplicar alguno de los lubricantes que existen. Eso sí, es recomendable que sean de base acuosa o de silicón para no deteriorarlos.
Ya que si se utilizan otros como los que tienen base de aceite podría ser perjudicial. Así que al final, a pesar de utilizarlo y disfrutarlo, nueve meses después podría haber otra pequeña sorpresa.
Por lo que es siempre recomendable informarse del todo si son compatibles para poder disfrutar sin preocupaciones. Existen multitud de publicaciones de reviews de productos de sex-shops, opiniones de personas que ya los han probado e incluso profesionales que aconsejan.
Más allá de la penetración
Está claro que al final meter y sacar es muy divertido al igual que placentero. Aunque hay muchas otras cosas más que se pueden disfrutar con la compañía correcta. Mucho más allá de la penetración, los dedos o incluso el fisting.
Por ejemplo hay prácticas como el tantra que se hace servir de masajes como fuente del placer. Para ello se pueden probar lubricantes con base de aceite para todo el cuerpo o alguna zona erógena más concreta.
Además, incluso existen multitud de geles íntimos o lubricantes sexuales de sabores. Que si fresa, cereza, sandía… Tan solo hay que elegir el favorito y probarlo sobre la parte del cuerpo que se prefiera.
Aumentando el placer y el deseo
Y es que la función de estos productos además de aumentar el placer y facilitar el sexo, ayudan también a incitar el deseo. Salir de la rutina, añadir ese toque de picante extra a todas las relaciones.
Incluso hay algunos lubricantes específicos para la penetración anal, con algo de anestesia y todo para evitar el dolor). Otros, en cambio, prometen efecto calor o frío según sea para ella o él y alargar las relaciones todo lo posible.
Algo diferente y que una vez se pruebe, se querrá repetir. Una ayuda y un buen compañero en todas las relaciones sexuales que aumentará el movimiento y el ruido entre las sábanas. ¿Qué hay que perder?