¿Qué mejor manera de demostrar cariño y deseo que un beso? Una forma perfecta de dar rienda suelta a la pasión. Aunque ¿cuántos tipos existen? Hay muchas formas de hacerlo, por no mencionar los lugares. Este es el caso del protagonista de este texto, el beso griego.
Si ya en algunas ocasiones, es complicado dominar la técnica perfecta para realizarlo de forma satisfactoria, en este tipo, lo es más aún. Gracias a los prejuicios, tabúes y vergüenzas suele ser una técnica que muchos rechazan. A pesar de que puede resultar sumamente placentera.
¿Qué es el beso griego?
También conocido popularmente como beso negro, se trata literalmente de besar y lamer la zona del ano. Un tipo de sexo oral que se centra exclusivamente en el placer anal.
Al contrario de lo que pueda parecer, esta técnica se puede disfrutar independientemente del género o la orientación sexual que se tenga. Eso sí, hay que dejar fuera los tabúes y preocupaciones acerca de lo que pueda pasar.
Higiene ante todo
Obviamente es importante una buena higiene y cuidado. Se trata de una zona íntima y cómo no, muy sensible. Al igual que en el resto de prácticas sexuales, la higiene y el cuidado es importante. Pero en este caso, especialmente.
Esto es muy deseable si se quieren evitar cualquier infección o contagio de alguna enfermedad de transmisión sexual o ETS. Algunos incluso utilizan algún condón (mejor si es de sabores) para poder disfrutar 100% sin peligros.
Un buen preliminar para el beso griego
Antes de llover, chispea. Hasta los actores porno tienen su fluffer que le ayuda a excitarse y mantenerse de ese modo durante el rodaje. Pues de la misma manera, el beso griego es una muy buena opción como preliminar antes del sexo anal. ¡Y con lubricante natural incluido!
Cuestión de posturas
A cuatro patas, tumbado boca abajo, de pie… Miles son las opciones en las que practicar el beso griego. Pero, ¿hay alguna que sea más placentera? La respuesta es sí. Es aquella en la que tanto la persona que lo realice como la que lo reciba estén cómodos.
Las manos y dedos son buenos acompañantes
Normalmente se agradece que mientras se usa la lengua durante el sexo, que las manos y dedos se mantengan activos. En el beso negro sucede lo mismo.
Mientras se lame, besa o succiona, se pueden usar para:
- Penetrar, poco a poco, vaginal o analmente.
- Abrir y apartar más las nalgas para tener más acceso a la zona.
- Tocar y estimular otras zonas erógenas de uno mismo o de la pareja sexual. Por ejemplo, pezones, vagina, clítoris, pene, perineo…
- Agarrar e incluso…¿alguna nalgada?
Mente abierta
Muchos son los que les gustaría probar el beso griego pero no saben cómo planteárselo a su pareja. Esto sucede debido al miedo y a los tabúes que a lo largo de la historia se han creado alrededor de esta práctica.
Por ello es importante informarse bien, leer sobre ello para que quien desee practicarlo, pueda disfrutarlo. Reducir o eliminar las vergüenzas y perjuicios que puedan surgir. Resolver las dudas que puedan surgir con el tema y disfrutar.
Aquí es necesario mencionar que parte de las razones por las que no resulta atractivo el beso griego es debido al pelo de la zona. ¿Será por ello que se ha puesto de moda la operación “blanqueamiento de ano”? Es una buena manera de apreciarlo en primera línea.
Evita sorpresas desagradables
Un buen cuidado es importante, además de la higiene. Leer e incluso ver algún vídeo porno puede resultar útil. En el caso de que se desee disfrutar por primera vez del beso griego. Pero sobre todo es recomendable hablarlo con la persona que se quiera realizar. Tanto si se es quien lo quiere hacer como si se es quien lo va a recibir. Saber qué le gusta o qué desea experimentar puede ayudar a evitar una mala experiencia. Aunque también ayuda practicar el beso negro (o griego) antes de una gran comida.
Mueve la lengua para un buen beso griego
¡Es hora de jugar! Dejarse llevar e ir mezclando movimientos pero sin quedarse quieto. Al igual que en todo sexo oral, se puede besar, lamer, succionar y realizar movimientos con la lengua. Sobre todo para que todo fluya y el placer aumente, es importante la lubricación. Eso deja la saliva o tener algún lubricante comestible a mano.
Besar los glúteos, recorrer con la lengua de arriba a abajo entre ellos, lamer el ano y describir círculos, “penetrar” con la lengua la zona… La cosa es dejarse llevar y guiarse por los sonidos de placer que haga la pareja sexual.
Hora de pasar a la acción
Tras descubrir todo lo que es importante a la hora de realizar un beso griego, es momento de disfrutarlo. Ponerse cómodo, dejar la mente en blanco y dejar que actúe la lengua. Experimentar, probar y sentir en esa zona tan íntima y que puede producir tanto placer. Quién sabe, a lo mejor se acaba disfrutando del mejor orgasmo vivido hasta ahora.