Aumentar el placer siempre es posible. Existen muchas posibilidades y prácticas que ayudan a experimentar con la capacidad de sentir del propio cuerpo. Una de ellas es el sexo Kunyaza. Un tipo que contrasta con una de las primeras ideas que se tiene sobre el sexo. Donde el hombre tiene un papel protagonista, principalmente dominante sobre la mujer.
Cosa que, a veces, hace que la satisfacción y disfrute femenino quede relegado a un segundo plano. Una idea que poco a poco va cambiando. Y es que prácticas como el Kunyaza, tan respetadas en algunas zonas de África, ensalzan y priorizan el placer femenino.
Una técnica que logrará volverla loca de placer, alcanzar el orgasmo y eyacular. Algunos la utilizan como preliminares para aumentar la temperatura del ambiente y aumentar la tensión y deseo sexual para continuar maximizando el placer.
¿Qué significa Kunyaza?
Se trata de una palabra originaria de África central, sobre todo en las zonas rurales. Kunyaza en ruandi, significa literalmente “orinar”. Aunque también se utilizan otras expresiones como “hacer brotar el agua”.
Se trata de toda una tradición y todo un honor practicarla. Transmitida de unas generaciones a otras todo tiene origen en una leyenda. Cuando un rey marchó a la guerra dejando a su reina sola. Con lo que se buscó un amante para satisfacerla. Pero éste, temeroso de las represalias que pudiera tener el rey con él cuando volviera, no fue capaz de penetrarla. Por lo que sencillamente se dedicó a restregar su pene sobre los labios vaginales y la vagina de la reina. Creando, de esta manera, mayor lubricación y estimulación.
Desde entonces, es costumbre regalar en las bodas de la zona, una estera de fibras de plátano, para proteger las camas de todas las futuras noches húmedas de orgasmos femeninos. Incluso existe un documental sobre esta técnica llamado “Sacred waters” (aguas sagradas) dirigido por Olivier Jourdain.
Los datos incluso aseguran que hay mujeres que han viajado y visitado estas zonas en busca únicamente de probar y disfrutar el Kunyaza con hombres autóctonos.
¿Cómo practicarlo?
Consta de varias fases y aunque normalmente se asocia a relaciones heterosexuales, también se puede disfrutar entre mujeres lesbianas. El objetivo principal es estimular los genitales femeninos, con dedos, boca, pene o algún objeto o juguete sexual. Experimentar sin llegar a la penetración con tal de hacer alcanzar el squirting o la eyaculación y orgasmo femenino
Primero frotar los labios vaginales y el agujero de la vagina, por la zona externa, con ayuda de algún lubricante para que deslice mejor. Emitir vibraciones con la boca, como en el humming. Se trata de tentar, comenzar suave y conforme ella pida más ir incrementado ritmo e intensidad. Probar diferentes movimientos y presiones para comprobar cómo se siente. Después se puede incrementar la estimulación con la penetración pero, tan solo la puntita.
Los expertos recomiendan para disfrutar al completo del Kunyaza:
- Depilarse la zona. Cuanto menos pelo, mayor roce de piel y por tanto una mayor sensibilidad en la zona.
- Cuestión de posturas. Lo ideal es que ella se sitúe tumbada con la espalda en la cama con las piernas abiertas para facilitar la estimulación y el placer. Aunque el perrito y la cucharita también son buenas para este tipo de práctica.
- Relajación, comodidad y dejarse llevar. Tres indispensables para esta técnica. Un momento en el que tan sólo importa sentir y disfrutar sin vergüenzas ni prejuicios.
El placer femenino ese gran desconocido
¿Entonces los africanos son los mejores amantes por saber practicar el Kunyaza? La respuesta es sencilla, no tiene por qué. En cuestiones de sexo lo importante es conocerse a uno mismo y a la pareja sexual así como asegurarse de que todos los involucrados disfrutaron al máximo de la experiencia.
Así como se suele asociar el orgasmo masculino a su eyaculación, el placer femenino es menos visible. Incluso es bastante común entre las mujeres el tener que fingir un orgasmo para satisfacer a otra persona.
¿Entonces cómo saber cuándo el orgasmo es de verdad? La comunicación y confianza es importante, así como el interés por dar placer. Observar cómo su cuerpo se arquea, si gime, grita o se aferra, o araña. Preguntar, explorar y experimentar, descubriendo las zonas más sensibles del propio cuerpo. Mantener la mente abierta, para saber qué es lo que es más y menos deseable en la cama, cuáles son todas sus fantasías, relajarse y dejarse llevar por todo lo que el sexo provoca en el cuerpo. Tan sólo de esta manera cualquier persona puede convertirse en un dios sensual del sexo y un increíble amante.
Así que practicar sexo Kunyaza tan solo es un medio para asegurar y explorar el placer femenino. Tener paciencia y control para provocar y crear esa tentación y deseo para después de provocarle el orgasmo continuar cómo se desee y que él también acabe tras disfrutar de ver todo el placer que ha sido capaz de provocarle a ella.