Probablemente algunas personas no se dan cuenta de que esta preferencia sexual es bien conocida. ¿Qué es el beso de Singapur? Con uno de sus nombres conocido como pompoir (pompoarismo), el beso de Singapur es una antigua técnica sexual basada en la estimulación del pene con los músculos de la vagina. Los movimientos son similares a los movimientos de succión del sexo oral.
Mientras se trate de sexo, lo mejor es hacer siempre lo mejor posible. Diferentes posiciones, mucho más placer, proporcionan y tienen más orgasmos. Pero, como dicen, tal vez menos es más. En otras palabras, los detalles más básicos pueden ser la respuesta. Es mucho más que dar un beso de mejilla, beso de lengua, o beso en otras partes del cuerpo.
Por supuesto que hay muchos tipos de besos pero el beso de Singapur es una técnica que promete orgasmos más fuertes y duraderos. Algunas mujeres son capaces de realizar la técnica de forma natural. Sin embargo, lo que parece ser muy simple para algunas, puede costar un poco para otras. Y esto está directamente relacionado con la tonificación del área pélvica.
En este caso es necesario practicar el músculo llamado pubococcígeo, que se encarga de esta estimulación directamente sobre el pene. Este conjunto de ejercicios son muy semejantes al que se conoce como Kegel.
Además de aumentar las diversas sensaciones de placer en los hombres durante el sexo, ayuda a las mujeres. Es una técnica que facilita lograr orgasmos vaginales, clintorianos y en el punto G. Esto es sin duda una mezcla de placeres sexuales.
Cómo hacer el beso de Singapur
El nombre suena bastante exótico. Sin embargo, ejecutar un beso de Singapur no requiere nada demasiado complicado. Esta técnica busca mejorar las contracciones de los músculos femeninos. Estos músculos se contraen de la misma manera que durante un orgasmo en ellos, y dan placer a ambos.
Más específicamente, esta es la región con los músculos contraídos cuando la mujer interrumpe el acto de orinar. Y estos son los mismos músculos que se contraen involuntariamente cuando se produce un orgasmo femenino.
Entonces, ¿cómo empezar a practicarlo?
Para empezar, se recomienda practicar antes sin el sexo con la otra persona. Esto ayudará a crear tono muscular. Mientras tanto, es aconsejable buscar una posición que favorezca el control de los músculos de la zona. Encontrar la posición más cómoda, empezar a contraer y relajar los músculos. Los movimientos pueden ganar en intensidad y movimientos que generan más placer.
El placer que trae el beso de Singapur no es sólo para ellos. Para las personas que son adeptas a esta técnica, hay muchos beneficios. Suelen decir que el placer «extra» proviene de las contracciones que se producen al realizar esta técnica. Por eso dicen que el orgasmo se vuelve aún más poderoso e intenso.
Y la explicación en el cuerpo no deja ninguna duda. Cuando están bien realizadas, las contracciones hacen que el pene sea estimulado en la parte anterior, estimulando también las estructuras internas del clítoris.
Cuando empiece el intento en pareja, sigue estos consejos
- Una vez controlado, lo mejor es empezar a hacerlo en un punto en el que los juegos preliminares ya permiten más excitación. Esto ayudará a asegurar que las zonas genitales estén lubricadas (en el caso del hombre, con su pene ya rígido) lo suficiente para generar un punto de gran sensibilidad.
- Ahora todo lo que sigue no tiene misterio. Mantener las caderas quietas durante unos segundos y aprovechar estos momentos para acariciar y aumentar la estimulación.
- Aquí es cuando se pone todo en práctica. Contraer de una forma rítmica e intensa. Así las contracciones van a apretar el pene aumentando la potencia del orgasmo. Por otro lado, permite intensificar también el orgasmo femenino.
- Al empezar a contraer los músculos, preguntar a la pareja si ahora pasa a sentir algo diferente. No hay problema, lo importante es saber llevar esto como un guión.
- Hacer de ese momento un gran paso en la intimidad que puede ser divertido y extremadamente satisfactorio. Las primeras sensaciones pueden parecer extrañas, pero puede desarrollarse como un estimulante juego de placer.
- El sexo es mucho más que alcanzar un orgasmo, aunque si viene con él, mejor. Por supuesto que el camino a seguir puede ser aprender mucho más sobre uno mismo y en pareja.
- Si no sale bien al principio, siempre se puede intentarlo de nuevo. El beso de Singapur promete duraderos y mejores orgasmos
En cuanto a la eficacia, todo lo que involucre fortalecer las regiones trabajadas es un punto positivo. No obstante, las técnicas pueden tener diferentes resultados entre las personas que hacen exactamente lo mismo.
No importa como sea, de todo hay que considerar la intimidad, el ambiente y las formas como se desea tener sexo. Sean besos de lengua, sea el de Singapur, ¡nunca está demás aprender!