¿Cuál es la mejor manera de tener sexo? Tras un masaje, con muchos preliminares, un empotrador/a que en cualquier momento que no se espere de rienda suelta a la pasión, despacio y calculando cada movimiento, mirando a los ojos, acariciando cada parte del cuerpo, rápido, buscando profundidad e intensidad, cogiendo del pelo, con besos, con mordisco… Existen mil maneras de hacerlo y llegar al éxtasis. Entonces, ¿sexo romántico o sexo salvaje?
¿Qué es el sexo romántico?
A primera vista puede parecer solo el que se da entre parejas con un vínculo más fuerte. Pero de hecho si lo buscar en internet, prácticamente son todo vídeos porno. ¿Eso quiere decir que el romanticismo se ha perdido? La respuesta es sencilla, no. Lo que pasa es que la idea de romanticismo popular es muy inocente. Prácticamente se trata de velas, bombones y flores. Pero lo cierto es que va mucho más allá. Se trata de tener detalles, de demostrar cariño, que te importa la otra persona y sobre todo complacerla. Pero tanto en el día a día como en la noche.
Es por ello que el sexo romántico es más lento, cuidando cada movimiento. Incluye muchos besos y muy largos, miradas a los ojos y preliminares. Quizá un striptease, unos besos por el cuello, mil caricias por todo el cuerpo. Una consistente prueba de tentación posponiendo la penetración. Y cuando llega, normalmente en la postura de vaquera o con el chico encima permitiendo estar cara a cara y muy cerca se hace lenta pero intensamente. De esta manera se crea un ambiente de confianza, intimidad y cercanía
Se trata de ser paciente y crear tensión provocando y jugueteando. Experimentar cómo se siente cada caricia, mirada y beso en el cuerpo. Además es muy importante qué hacer al acabar. Abrazarse, decirse cosas bonitas, acariciarse, besarse… ¿Suena idílico? Es posible.
Sexo salvaje ¿puro morbo y fantasía?
Hablando de idílico, este tipo de sexo es el que se espere agote, que se sude, que quede alguna marca en la piel, pero sobre todo un placer muy intenso. Ese que protagoniza todo sueño húmedo, el ideal para hacer realidad cualquier fantasía.
Un tipo de sexo típico de un empotrador, ese que pilla desprevenido, que no esperas y en el que sale a la superficie el yo más natural y salvaje. Uno en el que dejarse llevar, agarrarse de los pelos para sujetarse durante la penetración y por qué no dar alguna nalgada. Uno en el que poder chillar de placer, atarse al cabecero de la cama, vendar los ojos, arañar y morder. Un poco a lo 50 sombras de Grey.
La típica postura que se utiliza es la de perrito que permite rapidez e intensidad. No hay cara a cara, solo atrevimiento, palabras sucias e intensidad. Una forma de demostrar y satisfacer el deseo de una manera muy concreta. Un juego de roles de dominación, sin vergüenzas ni complejos, puro físico, en cualquier parte, como surja, con pocos preliminares. De esos que al día siguiente se recuerdan por las marcas de uñas o no poder sentarse.
Entonces, ¿cuál es el mejor?
A primera vista parecen dos tipos de sexo completamente opuestos aunque ambos muy placenteros. Pero, entonces, ¿cuál es mejor para practicar?
La verdad es que cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes. Depende mucho del tipo de persona que se sea, las fantasías que se tengan y un largo etcétera. Incluso cómo haya ido el día. Por ello muchas de las escorts que se anuncian en Skokka ofrecen diferentes tipos, depende de la experiencia que desee vivir la persona que las contacte.
Hay días en los que se está más sensible y se prefiere algo más personalizado y cercano. Más ternura y dedicación. Otros sin embargo, tan solo se desea que sorprenda y satisfacer el morbo, entregándose al placer. Mientras todas las partes involucradas en la relación sexual den su consentimiento se puede probar casi cualquier cosa.
Así que, lo mejor es probar y experimentar, encontrar el equilibrio. Satisfacer los sueños más húmedos y tener un encuentro casual con la pareja o algún desconocido más cercano e íntimo o salvaje y duro. Quién sabe, quizá se descubra todo un mundo de placer desconocido. Siempre va bien cambiar, evitar la rutina y sentirse deseada y querida ya sea por la pareja, un amante, amigo, desconocido o anunciante de Skokka.
En ese momento solo existe el placer y dejarse llevar. Por lo que, ¿para qué esperar más? También se puede empezar como sexo romántico y evolucionar a salvaje. ¿Quién dijo que son incompatibles? Explorar el placer que el propio cuerpo puede sentir, conocer y descubrir la sexualidad y la capacidad de excitación. Dar rienda suelta a la pasión y el deseo sexual sin complejos ni vergüenzas. El sexo es bonito, natural, ruidoso y sudoroso, sea del tipo que sea.