A dos días de una de las noches más esperada para muchos, la pregunta está clara ¿cuáles son los disfraces más populares? Una oportunidad perfecta para ser otra cosa, adoptar otra personalidad.
Lo que hace mucho tiempo era una noche en la que el protagonista era el miedo, la magia, las pesadillas y el terror ahora ha cambiado. Ahora se ha convertido en una fiesta de música, misterio, disfraces y sensualidad.
Tipos de disfraces
Es Halloween y aquí el raro es quién no se disfraza. Según la forma de ser, gustos, tiempo y dinero del que se disponga, el disfraz puede ser de una u otra manera.
Por una parte puede ser individual, o a juego para ir en pareja o incluso en grupo. De bruja en busca de quien encantar, de caperucita roja y el lobo para ver que cosas tan grande tiene o de grupo de superhéroes o principes y princesas.
Por otra parte, para el disfraz puede ser suficiente sencillamente con algunos accesorios, conseguir o comprar un traje especial o recurrir al bodypaint. Este último suele ser necesario en algunos casos de personajes de fantasía como puede ser alguno que aparezca en Avatar o Star wars.
Más o menos trabajado o con más o menos tiempo invertido en pensarlo y llevarlo a cabo al final suelen llamar más la atención aquellos más realistas y/o estrafalarios. Aunque en algunos casos las expectativas no cumplen la realidad, a veces lo que más cuenta es la actitud con la que se lleve.
Los más populares de Halloween
Como en el resto de fiestas populares hay un listado de los disfraces más recurrentes. Aquellos que en una fiesta privada o saliendo por las calles de la misma ciudad tal noche como ésta se verán.
- Zombie, muerto viviente o esqueleto. Con más o menos heridas pintadas, despeinada y con ropa vieja se consigue un disfraz rápido y decente para triunfar o salvar la noche.
- Animales: gatos, tigres, etcétera. Unas orejitas, pintarse unos bigotitos y casi listo para ir elegante y con un punto juguetón. Se puede añadir picante al disfraz utilizando algún butt plug o experimentar con un grupo de furries.
- Profesiones: policía, enfermera, azafata, profesor, mayordomo, preso, militar, bombero, etcétera. En resumen todos aquellos uniformes que tienen ese morbo inexplicable. Forma ya parte inherente de la naturaleza humana.
- Pirata, ya lo dice la canción: «¡la vida pirata la vida mejor!». Esa libertad para hacer e ir a dónde se quiera, sin responsibilidades ni preocupaciones.
- Demonio y ángel. Caer en el pecado, la lujuria y jugar con la inocencia, dejarse llevar.
- Personajes anime o de películas. Depende de los últimos estrenos y éxitos del cine y la televisión. Por ejemplo el año pasado con Harley Quinn y el Joker (debido al estreno del Escuadrón Suicida).
¿Por qué disfrazarte?
Es una oportunidad perfecta para adoptar otra personalidad, destacar tus puntos fuertes, jugar y ser travieso. Satisfacer esa fantasía o fetiche oculto y que tantas ganas hay de cumplir. O imitar esa escena de película que vuelve loco a todo el mundo, como cuando la princesa Leia es prisionera de Jabba the hutt.
Una noche en la que la «normalidad» ya no existe. Puedes ser cómo y quién quieras, dejarte llevar y transformarte. Eso que de normal no puedes hacer, como en un juego de rol. En el que tus deseos más escondidos salen a la luz.
Aunque algunas personas no esperan a halloween para disfrazarse y adoptar un rol concreto. En el bdsm y otras prácticas sexuales es bastante frecuente y necesario usar una serie de accesorios y disfraces para llevarlas a cabo.
Ventajas de usarlos
La principal sin ninguna duda es salir de la rutina y la monotonía. Una manera original de sentirse con mayor confianza y poderosa al ser el principal objeto de deseo de una persona.
De echo pueden considerarse como uno de los «juguetes sexuales» más utilizados por los primerizos en los sex shops. La variedad, en tipos, formas, colores, telas y tamaños es enorme para cubrir todos los posibles gustos y deseos. Usados para añadir picante y dar juego a la pasión.
Además también pueden utilizarse como una «herramienta» mediante el cual experimentar, engañar a la mente y seducir a la imaginación para entrar de lleno en un mundo dónde las fantasías se pueden hacer realidad.