Cuando un cliente se enamora. Diario De Una Escort.

Martina    5 octubre 2017    Comentarios desactivados en Cuando un cliente se enamora. Diario De Una Escort.

¿Qué pasa cuando un cliente se enamora?

Hay gente a la que le resulta difícil separar el amor del sexo.

Es uno de los riesgos de trabajar como escort.

Un tema difícil de tratar ya que estos clientes son personas muy faltas de cariño. Acuden a chicas como Tábata para poder saciar su apetito sexual y terminan enamorándose.

Comenzó como escort con tan solo 20 años y conoció a un hombre de 30 que, tras unas cuantas citas, empezó a tomárselo como si de una relación se tratara.

Esperaba a Tábata a la salida de su portal para acompañarla a sitios y eso le resultaba un poco molesto, ya que si tenía una cita con otro cliente, no quería que la vieran acompañada.

¿Cómo se plantea cuando un cliente se enamora?

“Al igual que hay muchos clientes que quieren discreción absoluta, nosotras también”, afirma Tábata.

enamora

Si tuvieran que esperarme bajo mi portal todos los hombres con los que estoy, parecería más bien la taquilla de ventas de un concierto de Madonna.

En ocasiones, algún cliente que se enamora , no se toma bien el rechazo emocional, y no vuelve.

Otros, en cambio, tienen un comportamiento psicópata posesivo y se ponen agresivos. Comienzan a insultar llegando en ocasiones a mostrar signos de violencia.

Cuando un hombre se pone celoso y es posesivo, se mezcla con el despecho y puede resultar peligroso.

Son pocas las veces que ocurren estos casos. No obstante, el mundo está lleno de gente con patologías diversas y las escorts no están exentas de encontrarse en estos casos.

Ante cualquier amenaza, no dudes en tomar todo tipo de precauciones.

Las personas más cercanas pueden ser de mucha ayuda. Si tienes un amigo, éste puede comenzar a acompañarte para que te sientas más segura.

Nos cuenta Tábata que una amiga suya siempre usa la técnica de tener un novio celoso que si ve a otro hombre merodeando es capaz de cometer una locura.

El #ConsejoSkokka es que cuando detectes ese aflorar de sentimientos por parte de un cliente, de una forma sutil le comentes el caso. Dile que vuestra relación es profesional y que te encanta tenerle como cliente. Pero que esto no tiene que interferir en vuestras vidas personales.