Un polvete mañanero es una de las mejores cosas que te pueden pasar en la vida y sin duda una de las mejores formas de empezar el día. Pero además mejora tu salud.
A nivel puramente sexual al hombre le interesa un mañanero porque la mujer disfruta mucho más, ya que durante la noche el hombre al descansar recupera energía, mejora su circulación sanguínea y es cuando presenta un mayor número de testosterona, ganando así en resistencia y en tamaño y duración de la erección.
Además a las mujeres les encantan los quickies (los polvetes rápidos). Todos los estudios muestran como sus mayores fantasías es hacerlo con un desconocido o con un compañero de trabajo rapidito y a escondidas.
Pero a nivel salud un mañanero también es muy beneficioso.
En primer lugar mejora el estado anímico fundamental para combatir la depresión y el desánimo y a su vez rebajar el nivel de estrés.
Aumentan los niveles de estrógenos en la mujer y esto, por ejemplo, afecta directamente en la piel y cabello de la mujer, sin olvidar que los poros de la piel se limpian con la transpiración al practicar el sexo.
Además la hormona de la prolactina relaja, fortalece los huesos y previene la osteoporosis.
A nivel físico, al hacer el amor bajas unas 200 calorías y mejora tu capacidad aeróbica y pulsaciones cardíacas.
Por lo tanto, está muy bien que vayas al trabajo andando o en bici, pero un polvete quema más calorías.
Quiero terminar el artículo destacando que al margen de todas estas ventajas de salud, los mañaneros principalmente te ayudan a sentirte bien, abandonar las preocupaciones, reforzar la relación de pareja e incluso aumentar tu confianza, que es lo más importante.
Si tu pareja es perezosa a la hora de hacer un mañanero, despiértala con caricias, cuéntale todas las ventajas que tiene… y poco a poco caerá en tus manos.
En definitiva os hará sentir bien.