El pene es el centro del mundo para el hombre, NADA es más importante que el propio pene.
Es adorado desde pequeño y tú debes saber cuidarlo y adorarlo.
Debes formarte seriamente para saber cómo tratarlo, con la mano, tu boca, tu vaginita y tu ano.
Hoy vamos a hablar del handjob, es decir, de las pajas de toda la vida.
Hay que reconocer que los anglosajones utilizan un término más claro que nosotros: “trabajo de mano”.
Los hombres somos muy exigentes con las pajas, hemos sido toda la vida pajilleros, chaqueteros o como quieras llamarlo y nunca dejamos de serlo incluso teniendo parejas muy activas.
De hecho una buena paja es tan importante para el hombre, que muchos dicen que las mejores pajas son las que ellos mismos se hacen, incluso llegan a no gustarle las pajas de terceras personas.
Pero os aseguramos que eso no es así, con tu técnica, tus miradas, hablándole en su oreja puedes hacer que la paja sea estratosférica.
Por eso, si sabes hacer un gran handjob, tu chico se rendirá a tus pies.
Algunos consejos:
- Mucho lubricante sobre la mano y NO sobre el pene.
- Para empezar, gira la mano suavemente y masajea alrededor de la cabeza del pene y del frenillo.
- Luego el “sacacorchos” (mano arriba y abajo). MUY IMPORTANTE, bajar la mano suavemente y subir ejerciendo un poco de presión.
- Probar nuevas técnicas, cómo la de “Ordeñar”: la mano en base del pene y muy suave subir la sangre a la cabeza del pene. Al mejorar la circulación el pene cogerá mayor volumen e incluso generará mayor cantidad de semen.
La mayoría de pajas y masajes acaban con sexo oral, un clásico que los hombres adoramos, pero si te formas y mejoras tu técnica tu chico te pedirá que le hagas un handjob, lo más sagrado de un hombre.