Hay un gran debate sobre qué postura es la que produce más placer a la mujer y la mayoría de expertos empiezan a decantarse por una: La alienación coital.
¿Por qué se ponen tan cachondas?
A la mayoría de mujeres les cuesta llegar al orgasmo, porque su pareja “dura poco” (aunque tomando una cerveza con los amigos todos duramos 45 minutos), porque no les metemos suficiente potencia, por el desgaste de los años, etc. y generalmente la mujer necesita durante el coito la pequeña ayuda de unas caricias, besos y sobre todo del tacto de los dedos en el clítoris.
La alienación coital lo que produce es que la presión púbica del hombre sobre la mujer le da la sensación de que el pene está balanceándose (incluso casi haciendo círculos) en vez de limitarse a ir hacia delante y hacia detrás en línea recta.
Es una autentica molienda rítmica dentro del clítoris de la mujer.
¿En qué consiste la postura de alienación coital?
Es muy parecida al misionero. El hombre se pone encima de la mujer pero en esta postura debes colocarte un poco más arriba. Tu pecho queda a la altura de sus hombros. Sus piernas quedan rodeando tus muslos, pero OJO, que no quede en ángulo de 45 º porque su pelvis quedará inmovilizada y no va a sentir el movimiento.
De esta manera el pene entra de manera vertical, no horizontal. Con la presión del pubis le vas a estimular todo el clítoris y la uretra.
El movimiento de ella hacia arriba mientras tu pelvis se mueve hacia detrás y haces tú movimiento hacia abajo le creas una sensación de vibración eléctrica porque los órganos genitales ejercen presión mutua en todo momento (la pone ardiendo que prende un lago en Siberia).
Con el coito misionero, el pene entra y sale de la vagina y en muchas ocasiones apenas contacta el clítoris.
Con esta postura el movimiento debe ser lento y suave de forma armoniosa. Algo fundamental para los que hacemos el amor sin protección. El misionero exige realizar movimientos rápidos y la inmensa mayoría sin condón llegamos al orgasmo demasiado pronto. Hablando claro: las dejamos con ganas.
Con esta postura con una perfecta sincronización el orgasmo surge espontáneamente, casi sin esfuerzo.
Ale a practicar esta semana.